AirPods 4: Una auténtica delicia, con y sin cancelación de ruido [Review]

Apple vuelve a la carga con los AirPods 4, una renovación que, lejos de ser un simple lavado de cara, pretende pulir aún más la fórmula de éxito que ha convertido a estos auriculares en el estándar del sector. Y es que, si algo sabe hacer Apple, es escuchar a su comunidad y refinar su producto estrella para que encaje como un guante en su ecosistema. Hoy te cuento, con todo lujo de detalles y sin pelos en la lengua, qué tal se comportan estos AirPods 4 tras varias semanas de uso intensivo. ¿Están realmente a la altura del hype? Vamos a comprobarlo.

Diseño y materiales: el minimalismo sigue mandando

Apple no suele arriesgar demasiado en lo que a diseño se refiere, y con los AirPods 4 ha optado por la máxima de “si funciona, no lo toques demasiado”. A simple vista, parecen una evolución discreta respecto a los AirPods 3, pero basta con usarlos un par de días para notar las mejoras: el ajuste es más cómodo, se mantienen firmes incluso durante sesiones largas o cuando sales a correr, y el peso de cada auricular (4,3 gramos) es tan liviano que te olvidas de que los llevas puestos.

El estuche de carga, por fin, se suma a la fiesta del USB-C. Un movimiento obligado por la Unión Europea, sí, pero que agradecemos todos los que vamos con un solo cable en la mochila. Tanto los auriculares como el estuche cuentan con certificación IP54, lo que se traduce en resistencia al polvo, sudor y salpicaduras. No son para bucear, pero aguantan el trote diario sin despeinarse.

Calidad de sonido: Apple sube la apuesta

Aquí Apple ha dado un paso adelante. Los AirPods 4 montan un nuevo driver acústico y un amplificador de alto rango dinámico que, en la práctica, se traduce en un sonido más redondo y equilibrado. Los graves tienen más pegada, las voces suenan nítidas y los agudos no chirrían ni a volúmenes altos. La diferencia respecto a generaciones anteriores se nota, sobre todo si eres de los que exprime Spotify o Apple Music a diario.

La joya de la corona es el audio adaptativo: los AirPods 4 ajustan automáticamente las frecuencias bajas y medias según cómo te los coloques. Es decir, cada oído recibe su propio “traje a medida” sonoro, sin que tengas que tocar nada en los ajustes. Para los más puristas, esto puede ser un arma de doble filo, pero la realidad es que la experiencia es notablemente más rica y personalizada.

Y si eres de los que busca una experiencia envolvente, el Audio Espacial con seguimiento dinámico de cabeza sigue ahí, mejorado. El efecto de “estar en medio del escenario” o dentro de una película es real, aunque reconozco que las diferencias respecto a la generación anterior no son tan abismales como promete Apple.

Cancelación Activa de Ruido (ANC): ahora sí, para todos

Por fin, la Cancelación Activa de Ruido deja de ser patrimonio exclusivo de los AirPods Pro. En los AirPods 4, Apple ha implementado una ANC opcional que, gracias al chip H2 y unos micrófonos mejorados, consigue aislarte bastante bien de ruidos molestos como motores o conversaciones de fondo. Personalmente, no soy fan de la cancelación total, pero reconozco que para viajar o trabajar en entornos ruidosos es un plus.

Además, Apple introduce nuevos modos adaptativos:

• Audio Adaptativo: combina ANC y modo Transparencia según el entorno, sin que tengas que hacer nada.

• Modo Transparencia: deja pasar el sonido ambiente, ideal para no perderte lo que ocurre a tu alrededor.

• Detección de Conversación: baja el volumen automáticamente cuando detecta que hablas con alguien.

Estos modos convierten a los AirPods 4 en unos auriculares todoterreno: igual te aíslan en la oficina que te permiten caminar por la ciudad sin desconectarte del mundo.

Controles táctiles: mejorados, pero con la misma manía

Apple ha afinado los controles táctiles: ahora puedes gestionar la reproducción, responder llamadas o invocar a Siri con gestos sobre el sensor de presión. La respuesta es inmediata y, tras un par de días, los gestos salen de forma natural. Pero seguimos sin poder ajustar el volumen directamente desde los auriculares. Hay que recurrir a Siri o al móvil, una limitación que no termino de entender en pleno 2025.

Conectividad e integración: el ecosistema, su mejor arma

Si tienes un iPhone, un iPad o un Mac, los AirPods 4 son simplemente imbatibles. El chip H2 y Bluetooth 5.3 garantizan una conexión rápida y estable, y la función de Cambio Automático entre dispositivos funciona como la seda. En mi caso, pasar del iPhone al MacBook o al Apple TV es cuestión de segundos, sin cortes ni complicaciones.

Una novedad interesante es el ajuste automático del volumen según el ruido ambiental y tus preferencias previas. Si eres de los que cambia de entorno constantemente, lo agradecerás.

Autonomía: más horas, menos preocupaciones

La batería nunca ha sido un problema en los AirPods, y esta generación lo confirma:

• Sin ANC, ofrecen hasta 30 horas de uso total (6 horas por carga individual).

• Con ANC activado, la autonomía baja a unas 20 horas (5 horas por carga), pero desactivando la función vuelves a las 30 horas.

Además, con solo cinco minutos de carga en el estuche tienes para una hora extra de reproducción. Perfecto para esos despistes de última hora antes de salir de casa.

Comparativa frente a otros modelos de Apple

Como ves, los AirPods 4 llenan ese hueco entre los AirPods 3 y los Pro 2, ofreciendo lo mejor de ambos mundos a un precio intermedio. Si buscas ANC pero no quieres gastar lo que cuestan los Pro, aquí tienes tu opción.

Mi opinión, ¿merecen la pena?

Los AirPods 4 son, sin rodeos, los auriculares más equilibrados que ha lanzado Apple hasta la fecha. No son los más baratos, pero tampoco los más caros, y a cambio recibes un producto redondo: buen sonido, autonomía de sobra, resistencia mejorada y una integración con el ecosistema Apple que sigue siendo la envidia de la competencia.

¿Tienen margen de mejora? Por supuesto. El control de volumen directo sigue siendo una asignatura pendiente y, aunque la ANC es bienvenida, no llega al nivel de los Pro. Pero si eres usuario de Apple y buscas unos auriculares versátiles, cómodos y con ese punto de “enchufar y listo”, los AirPods 4 son una apuesta segura.

En definitiva, Apple no reinventa la rueda, pero sí la pule hasta el extremo. Los AirPods 4 son la evolución lógica de una saga que sigue marcando el paso en el mundo del audio inalámbrico. Si los pruebas, es muy probable que no quieras volver atrás.