Cuando hay un apagón, las neveras portátiles eléctricas son ideales para conservar alimentos y medicinas: algunas incluso tienen baterías

El "cero energético" o apagón masivo sufrido hace unos días en la Península Ibérica ha hecho que me replantee muchas cosas, empezando por la forma que tenemos los hogares modernos de guardar la comida. Básicamente apostamos una gran parte de nuestros recursos al frigorífico y congelador, y cuando se va la luz empezamos a cruzar los dedos para que vuelva pronto y no haga falta tirar nada. Sin embargo, hay otra opción para poder disfrutar de un margen más amplio: las neveras eléctricas portátiles. ¿Qué son y qué ventajas ofrecen? Vamos a verlo. En Xataka Smart Home Esta es la temperatura ideal del frigorífico y congelador para ahorrar en la factura de la luz y conservar bien los alimentos Neveras eléctricas portátiles Imagen: Obergozo Una nevera portátil eléctrica es un dispositivo que puede resultar muy útil no solo para llevar de acampada, sino también como frigorífico de emergencias e incluso para ganar unos litros extra a nuestra capacidad de enfriamiento. En general suelen ser modelos compactos, de pequeño tamaño, con asas o ruedas para facilitar su transporte y que por fuera pueden parecer a veces las clásicas neveras que llevamos a la playa. Pero a diferencia de estas sí pueden enfriar su receptáculo interior bajando la temperatura de lo que introduzcamos incluso por debajo del punto de congelación. Cuentan con un sistema de generación de frío basado en compresión como en los frigoríficos y congeladores normales y son ideales para enfriar rápidamente objetos pequeños como latas de refresco, cerveza, botellas de agua, botellines, para mantener frescos cubitos de hielo que ya tengamos y para conservar alimentos durante cortos periodos de tiempo (unas cuantas horas). Además, al tener una puerta de apertura generalmente pequeña en comparación con su profundidad de almacenaje y si las tenemos llenas hasta los topes, la pérdida de frío cada vez que la abramos no será tan elevada como en los frigos de gran formato. Como ventaja añadida tenemos también el aspecto de su almacenamiento cuando no la necesitemos. La podemos tener guardada todo el año en el trastero o en un armario y cuando llegue un momento de necesidad la sacamos y usamos según nos convenga. Como inconveniente, señalar que suelen ser algo ruidosas cuando están usando el compresor para enfriar, aunque en momento de emergencia probablemente este sea el menor de los problemas. Las claves para comprar y usar una nevera eléctrica portátil ¿Por qué una nevera portátil eléctrica puede ayudarnos en caso de apagón? Pues porque aunque en general están pensadas para enchufarse a una toma de pared, hay modelos que permiten alimentarse desde una toma de 12 voltios o incluso desde fuentes alternativas como un puerto USB o baterías externas. De este modo es posible, si contamos en casa con un power bank, una estación de carga portátil o directamente un coche en el garaje, conectar la nevera eléctrica a ellos y poder mantener la comida refrigerada durante horas. Incluso hay baterías eléctricas específicas para alimentar neveras portátiles, como esta de BougeRV Central con 220Wh que promete hasta 6 horas de funcionamiento del compresor por 199 euros. Imagen: Amazon Elegir bien el tipo de alimentación eléctrica de nuestra nevera es esencial. Como hemos dicho, lo habitual es que vengan con varios tipos de tomas de enchufe, de 12 V para vehículos y de 220 V para viviendas. Pero en el caso de nevera para emergencias nos interesará además un modelo que pueda cargarse desde una batería externa que ya tengamos o que cuente con esta batería bajo su carcasa. Estas últimas son menos habituales y más caras. Por ejemplo tenemos este modelo EcoFlow GLACIER, un frigorífico-congelador portátil que incluye una batería de 298Wh, permite hasta 40 horas de refrigeración o 19 horas de temperaturas bajo cero con una sola carga. Tiene un precio de unos 899 euros. Fijarse en el tamaño, la forma y el peso es fundamental. Conviene tener en cuenta que el modelo que compremos se adapte al lugar donde vamos a usarlo,  pero también al espacio que tengamos para guardarlo cuando no la usemos. En las tiendas hay equipos con múltiples formas y dimensiones, pero en general las  achatadas y no excesivamente grandes suelen ser las más prácticas. De hecho, si nuestras necesidades de almacenamiento no son muy grandes, porque por ejemplo queremos solo guardar unos pocos medicamentos que necesitan frío, existen modelos pequeños como esta de SACLMD pensada para la insulina que son de lo más discretas. También hay otras un poco más grandes para todo tipo de medicinas, como este de CGoldenwall con batería para 12 horas por un precio de 169 euros. Imagen: Amazon Elegir la capacidad de

May 1, 2025 - 16:17
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Cuando hay un apagón, las neveras portátiles eléctricas son ideales para conservar alimentos y medicinas: algunas incluso tienen baterías

Cuando hay un apagón, las neveras portátiles eléctricas son ideales para conservar alimentos y medicinas: algunas incluso tienen baterías

El "cero energético" o apagón masivo sufrido hace unos días en la Península Ibérica ha hecho que me replantee muchas cosas, empezando por la forma que tenemos los hogares modernos de guardar la comida.

Básicamente apostamos una gran parte de nuestros recursos al frigorífico y congelador, y cuando se va la luz empezamos a cruzar los dedos para que vuelva pronto y no haga falta tirar nada. Sin embargo, hay otra opción para poder disfrutar de un margen más amplio: las neveras eléctricas portátiles. ¿Qué son y qué ventajas ofrecen? Vamos a verlo.

Neveras eléctricas portátiles

nevera Imagen: Obergozo

Una nevera portátil eléctrica es un dispositivo que puede resultar muy útil no solo para llevar de acampada, sino también como frigorífico de emergencias e incluso para ganar unos litros extra a nuestra capacidad de enfriamiento.

En general suelen ser modelos compactos, de pequeño tamaño, con asas o ruedas para facilitar su transporte y que por fuera pueden parecer a veces las clásicas neveras que llevamos a la playa. Pero a diferencia de estas sí pueden enfriar su receptáculo interior bajando la temperatura de lo que introduzcamos incluso por debajo del punto de congelación.

Cuentan con un sistema de generación de frío basado en compresión como en los frigoríficos y congeladores normales y son ideales para enfriar rápidamente objetos pequeños como latas de refresco, cerveza, botellas de agua, botellines, para mantener frescos cubitos de hielo que ya tengamos y para conservar alimentos durante cortos periodos de tiempo (unas cuantas horas).

Además, al tener una puerta de apertura generalmente pequeña en comparación con su profundidad de almacenaje y si las tenemos llenas hasta los topes, la pérdida de frío cada vez que la abramos no será tan elevada como en los frigos de gran formato.

Como ventaja añadida tenemos también el aspecto de su almacenamiento cuando no la necesitemos. La podemos tener guardada todo el año en el trastero o en un armario y cuando llegue un momento de necesidad la sacamos y usamos según nos convenga.

Como inconveniente, señalar que suelen ser algo ruidosas cuando están usando el compresor para enfriar, aunque en momento de emergencia probablemente este sea el menor de los problemas.

Las claves para comprar y usar una nevera eléctrica portátil

¿Por qué una nevera portátil eléctrica puede ayudarnos en caso de apagón? Pues porque aunque en general están pensadas para enchufarse a una toma de pared, hay modelos que permiten alimentarse desde una toma de 12 voltios o incluso desde fuentes alternativas como un puerto USB o baterías externas.

De este modo es posible, si contamos en casa con un power bank, una estación de carga portátil o directamente un coche en el garaje, conectar la nevera eléctrica a ellos y poder mantener la comida refrigerada durante horas. Incluso hay baterías eléctricas específicas para alimentar neveras portátiles, como esta de BougeRV Central con 220Wh que promete hasta 6 horas de funcionamiento del compresor por 199 euros.

nevera Imagen: Amazon

Elegir bien el tipo de alimentación eléctrica de nuestra nevera es esencial. Como hemos dicho, lo habitual es que vengan con varios tipos de tomas de enchufe, de 12 V para vehículos y de 220 V para viviendas. Pero en el caso de nevera para emergencias nos interesará además un modelo que pueda cargarse desde una batería externa que ya tengamos o que cuente con esta batería bajo su carcasa.

Estas últimas son menos habituales y más caras. Por ejemplo tenemos este modelo EcoFlow GLACIER, un frigorífico-congelador portátil que incluye una batería de 298Wh, permite hasta 40 horas de refrigeración o 19 horas de temperaturas bajo cero con una sola carga. Tiene un precio de unos 899 euros.

Fijarse en el tamaño, la forma y el peso es fundamental. Conviene tener en cuenta que el modelo que compremos se adapte al lugar donde vamos a usarlo,  pero también al espacio que tengamos para guardarlo cuando no la usemos. En las tiendas hay equipos con múltiples formas y dimensiones, pero en general las  achatadas y no excesivamente grandes suelen ser las más prácticas.

De hecho, si nuestras necesidades de almacenamiento no son muy grandes, porque por ejemplo queremos solo guardar unos pocos medicamentos que necesitan frío, existen modelos pequeños como esta de SACLMD pensada para la insulina que son de lo más discretas. También hay otras un poco más grandes para todo tipo de medicinas, como este de CGoldenwall con batería para 12 horas por un precio de 169 euros.

nevera Imagen: Amazon

Elegir la capacidad de almacenamiento de nuestra nevera. En las tiendas  podemos encontrar modelos con múltiples capacidades que pueden ir de los 20 litros hasta más de 40 litros. En general con entre 25-30 litros tendremos suficiente para guardar los alimentos más delicados que podamos tener en el frigorífico de casa, como carnes y pescados.

También hay que fijarse en la capacidad de enfriamiento. Cuál es la temperatura mínima que puede alcanzar la nevera o si nos dan el dato de cuántos kilos puede congelar en 24 horas. A mayor capacidad de enfriamiento mejor, pero probablemente más cara y pesada será la nevera.

Consumo eléctrico y ruido. Al ser un producto de uso ocasional el consumo eléctrico no es tan importante como en los frigoríficos convencionales, pero siempre conviene tenerlo en cuenta. Lo habitual es que gasten entre 40 y 60 vatios. También conviene mirar en las especificaciones el nivel de ruido que ofrecen. Cuanto más bajo mejor, aunque las molestias ocasionadas dependerán de dónde vayamos a  usar la nevera.

En cuanto al precio, los modelos más básicos parten de unos 80 euros como este modelo de Severin, aunque si tenemos más presupuesto también podemos encontrar otros como esta de Alpicool por 159 euros o esta de más alta gama de Mobicool por unos 250 euros.

Mobicool Q40 Nevera Eléctrica Portátil, Aluminio, 39 l, mini nevera para coche, camión, barco y autocaravana, 12 y 230 V

Imagen portada | Ecoflow

En Xataka Smart Home | Esta nevera portátil quiere ayudarte en verano. Esconde una máquina de cubitos y además sirve como cargador

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La noticia Cuando hay un apagón, las neveras portátiles eléctricas son ideales para conservar alimentos y medicinas: algunas incluso tienen baterías fue publicada originalmente en Xataka Smart Home por Paco Rodríguez .