Descongelar la comida fuera del frigorífico es mala idea, según la ciencia
Llegas a casa y te das cuenta de que se te ha olvidado dejar la comida preparada. Es el momento de descongelar algo que tienes en el congelador. Pero dejarlo al aire libre para que se descongele es lo peor que puedes hacer. Y no lo decimos nosotros, lo dice la ciencia. Puede que todo parezca inofensivo, pero si dejas un filete expuesto a temperatura ambiente o el pan en el alféizar de la ventana al sol para descongelar, estás poniendo en riesgo tu salud. Aunque no lo parezca, en el interior de esos alimentos (y de cualquier otro) se producen cambios que pueden acabar en una intoxicación alimentaria. Vamos a verlo con más detalle. Nunca se deben dejar los alimentos descongelando fuera de la nevera. Dicho así puede sonar drástico, pero es una práctica que conviene evitar siempre. Actuar así favorece la aparición y proliferación de bacterias peligrosas para nuestra salud. Exponer un alimento durante horas a temperatura ambiente crea el entorno perfecto para que los microorganismos se multipliquen rápidamente. Y esto se traduce en un riesgo elevado de intoxicaciones alimentarias, incluso aunque luego cocinemos esos alimentos. La forma más segura de descongelar es en el frigorífico, donde la temperatura se mantiene controlada. Pero veamos más a fondo como funciona el proceso. Índice de Contenidos (4) Beneficios de la congelación Cómo descongelar sin riesgos Cómo descongelar rápido y de forma segura Cómo congelar correctamente Beneficios de la congelación Imagen | AESAN Un proceso con muchos beneficios. Al congelar un alimento, da igual el tipo que sea, lo que hacemos es transformar el agua presente en los alimentos en hielo. Es una explicación sencilla pero que deja clara la idea. Este proceso ofrece numerosos beneficios y no lo decimos nosotros. La Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESAN) lo deja claro. “La congelación es un método seguro de conservación de alimentos que prolonga su vida útil y a su vez contribuye a reducir el desperdicio alimentario. Si los alimentos se mantienen a temperaturas constantes de -18ºC o inferiores, se inactivan los microorganismos que los alteran y que pueden provocar enfermedades”. Por lo tanto está claro que al congelar lo que estamos haciendo es paralizar la actividad metabólica de las bacterias responsables de la descomposición. Durante la congelación, los alimentos apenas sufren alteraciones significativas. De hecho, hay alimentos como algunas verduras, otra congeladas, que conservan mejor sus propiedades que las frescas. Y esto es ideal cuando en la cadena de distribución puede tardar en llegar al punto de venta. Como una congelación adecuada conserva los alimentos seguros durante largos periodos, los tiempos recomendados de almacenamiento se basan únicamente en criterios de calidad. Estos son los plazos para cada alimento. Imagen | AESAN Cómo descongelar sin riesgos Pero no todo en la congelación es positivo. Este proceso también presenta desventajas: incluso en los alimentos que la soportan adecuadamente, es habitual que se produzca una pérdida de agua, lo que conlleva la liberación de algunos nutrientes alojados en las células. El problema al descongelar. Hemos visto que la congelación detiene el crecimiento de los microorganismos presentes en los alimentos, pero no los elimina. Esto significa que, al descongelarlos, estos vuelven a activarse en plan The Walking Dead como si despertaran de un largo letargo, y no precisamente con buenas intenciones. Si al “despertar” se encuentran con un entorno favorable —una combinación perfecta de temperatura y humedad, aumentada por el proceso de descongelación—, comienzan a reproducirse rápidamente. En esas verduras que has dejado al aire o en ese filete sobre la encimera, aunque a simple vista todo parezca normal, en su interior ya se están produciendo cambios invisibles pero potencialmente peligrosos. Y el ambiente idóneo para que esto pase es fuera de la nevera: un medio ideal para que crezcan. Según la especialista en seguridad alimentaria Beatriz Robles en el libro "Come seguro comiendo de todo", los microorganismos presentes en los alimentos antes de ser congelados pueden reactivarse durante la descongelación. Por ello, advierte que nunca se deben descongelar fuera del frigorífico. “La temperatura del producto irá subiendo hasta alcanzar esos veinte o veinticinco grados que hay en la cocina, un oasis para que las bacterias resucitadas vuelvan a multiplicarse sin que nadie les meta prisa”. Tenemos prisa pero hay otras soluciones. Como se suele decir las prisas no son buenas consejeras y en este sentido descongelar al aire libre es un error, al menos, desde un pu

Llegas a casa y te das cuenta de que se te ha olvidado dejar la comida preparada. Es el momento de descongelar algo que tienes en el congelador. Pero dejarlo al aire libre para que se descongele es lo peor que puedes hacer. Y no lo decimos nosotros, lo dice la ciencia.
Puede que todo parezca inofensivo, pero si dejas un filete expuesto a temperatura ambiente o el pan en el alféizar de la ventana al sol para descongelar, estás poniendo en riesgo tu salud. Aunque no lo parezca, en el interior de esos alimentos (y de cualquier otro) se producen cambios que pueden acabar en una intoxicación alimentaria. Vamos a verlo con más detalle.
Nunca se deben dejar los alimentos descongelando fuera de la nevera. Dicho así puede sonar drástico, pero es una práctica que conviene evitar siempre. Actuar así favorece la aparición y proliferación de bacterias peligrosas para nuestra salud. Exponer un alimento durante horas a temperatura ambiente crea el entorno perfecto para que los microorganismos se multipliquen rápidamente. Y esto se traduce en un riesgo elevado de intoxicaciones alimentarias, incluso aunque luego cocinemos esos alimentos.
La forma más segura de descongelar es en el frigorífico, donde la temperatura se mantiene controlada. Pero veamos más a fondo como funciona el proceso.
Índice de Contenidos (4)
Beneficios de la congelación

Un proceso con muchos beneficios. Al congelar un alimento, da igual el tipo que sea, lo que hacemos es transformar el agua presente en los alimentos en hielo. Es una explicación sencilla pero que deja clara la idea. Este proceso ofrece numerosos beneficios y no lo decimos nosotros. La Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESAN) lo deja claro.
“La congelación es un método seguro de conservación de alimentos que prolonga su vida útil y a su vez contribuye a reducir el desperdicio alimentario. Si los alimentos se mantienen a temperaturas constantes de -18ºC o inferiores, se inactivan los microorganismos que los alteran y que pueden provocar enfermedades”.
Por lo tanto está claro que al congelar lo que estamos haciendo es paralizar la actividad metabólica de las bacterias responsables de la descomposición. Durante la congelación, los alimentos apenas sufren alteraciones significativas. De hecho, hay alimentos como algunas verduras, otra congeladas, que conservan mejor sus propiedades que las frescas. Y esto es ideal cuando en la cadena de distribución puede tardar en llegar al punto de venta.
Como una congelación adecuada conserva los alimentos seguros durante largos periodos, los tiempos recomendados de almacenamiento se basan únicamente en criterios de calidad. Estos son los plazos para cada alimento.
Cómo descongelar sin riesgos
Pero no todo en la congelación es positivo. Este proceso también presenta desventajas: incluso en los alimentos que la soportan adecuadamente, es habitual que se produzca una pérdida de agua, lo que conlleva la liberación de algunos nutrientes alojados en las células.
El problema al descongelar. Hemos visto que la congelación detiene el crecimiento de los microorganismos presentes en los alimentos, pero no los elimina. Esto significa que, al descongelarlos, estos vuelven a activarse en plan The Walking Dead como si despertaran de un largo letargo, y no precisamente con buenas intenciones.
Si al “despertar” se encuentran con un entorno favorable —una combinación perfecta de temperatura y humedad, aumentada por el proceso de descongelación—, comienzan a reproducirse rápidamente. En esas verduras que has dejado al aire o en ese filete sobre la encimera, aunque a simple vista todo parezca normal, en su interior ya se están produciendo cambios invisibles pero potencialmente peligrosos. Y el ambiente idóneo para que esto pase es fuera de la nevera: un medio ideal para que crezcan.
Según la especialista en seguridad alimentaria Beatriz Robles en el libro "Come seguro comiendo de todo", los microorganismos presentes en los alimentos antes de ser congelados pueden reactivarse durante la descongelación. Por ello, advierte que nunca se deben descongelar fuera del frigorífico.
“La temperatura del producto irá subiendo hasta alcanzar esos veinte o veinticinco grados que hay en la cocina, un oasis para que las bacterias resucitadas vuelvan a multiplicarse sin que nadie les meta prisa”.
Tenemos prisa pero hay otras soluciones. Como se suele decir las prisas no son buenas consejeras y en este sentido descongelar al aire libre es un error, al menos, desde un punto de vista científico y sanitario. Si tenemos urgencia y queremos descongelar un alimento hay otras soluciones mucho más higiénicas y saludables.
Lo que aconsejan los expertos. Lo más recomendable es descongelar los alimentos de forma lenta y controlada dentro del frigorífico. Los especialistas aconsejan trasladar los productos al refrigerador al menos 12 horas antes de su consumo. Este método es la forma más segura de prevenir intoxicaciones alimentarias provocadas por bacterias como la salmonela, E. coli o Campylobacter.
Cómo descongelar rápido y de forma segura

¿Y si tengo prisa? EPero si no tienes tiempo de usar la nevera para descongelar, siempre puedes usar un método que asegura el proceso y lo hace además en poco tiempo. Se trata de usar el microondas y aplicar el truco del vaso de agua.
Y es que, aunque utilizar el microondas para descongelar es una opción rápida y segura, es fundamental hacerlo correctamente para evitar riesgos para la salud. Por ello, conviene seguir una serie de indicaciones básicas.

En primer lugar, siempre se debe seleccionar en el microondas el programa específico de descongelación. Este modo está diseñado para operar a baja potencia, lo que permite descongelar los alimentos de forma más controlada.
Para lograr un buen resultado, es recomendable colocar el alimento en un recipiente tapado, lo que ayuda a retener el vapor y favorece una descongelación uniforme. Además, existe un truco muy útil que consiste en introducir un vaso de agua junto al alimento; esto ayuda a distribuir mejor el calor y evita que algunas zonas del producto se calienten en exceso o comiencen a cocinarse.
También es aconsejable descongelar en intervalos de dos minutos, girando o removiendo el alimento entre cada pausa para asegurar que se descongele de forma homogénea. En el caso de piezas grandes, esta técnica ayuda a que el calor penetre de manera uniforme. Para productos porcionados, como filetes o croquetas, es preferible separarlos durante el proceso para facilitar una descongelación más eficiente.
Cómo congelar correctamente
Dicho esto, tras repasar los beneficios de la congelación y la forma correcta de descongelar los alimentos, hay un aspecto importante que no debemos ignorar. A la hora de congelar cualquier producto, es fundamental tener en cuenta una serie de recomendaciones clave:
Hay que tener cuidado al congelar. Para una congelación segura, hay que seguir una serie de pautas que de hecho, ya recomienda la AESAN:
- Utiliza un congelador de 4 estrellas y asegúrate de que la temperatura sea inferior a -18 °C.
- Congela los alimentos lo antes posible, antes de su fecha de caducidad
- Divide en porciones para facilitar su uso y evitar desperdicios.
- No congeles alimentos calientes ni vuelvas a congelar productos ya descongelados, salvo que se cocinen a más de 70 °C durante al menos dos minutos.
Imagen de portada | Ralf en Pixabay
En Xataka SmartHome | Este es el truco para mejorar la descongelación en el microondas. Los alimentos no volverán a quemarse y resecarse
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La noticia
Descongelar la comida fuera del frigorífico es mala idea, según la ciencia
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Xataka Smart Home
por
Jose Antonio Carmona
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