El 8K se muere, y tiene todo el sentido: esto es lo que explica que Samsung se haya quedado sola
Parecía que el paso lógico tras los televisores 4K sería dar el salto a la resolución 8K, un universo de píxeles lleno de posibilidades que promete mayor definición y sensación de inmersión en las películas acercando el cine a nuestras casas como nunca lo habíamos visto antes... Promesas y promesas que de momento parecen haberse quedado solo en eso, por diferentes motivos como veremos a continuación. Esto ha hecho que, a diferencia de saltos tecnológicos anteriores como el paso de SD a HD o de HD a UHD (4K), la adopción de esta tecnología 8K parezca estar por ahora parada, si no muerta casi por completo con algunas honrosas excepciones. Índice de Contenidos (2) Las Smart TV 8K no terminan de despegar y algunos fabricantes abandonan el barco El escalado no es suficiente: sin contenidos nativos el 8K no "brilla" En Xataka Smart Home Me han pedido consejo para comprar una smart TV 8K y les he contestado que la mejor opción es un televisor 4K. Estas son mis razones Las Smart TV 8K no terminan de despegar y algunos fabricantes abandonan el barco Imagen: TCL El primer televisor 8K que llegó en las tiendas españolas fue el modelo Q900R de Samsung que tuvimos la oportunidad de analizar a fondo en diciembre de 2018, un modelo que tenía un margen de mejora claro en apartados como la administración de la atenuación local de la retroiluminación o su sonido, pero que desde un punto de vista global nos dejó un buen sabor de boca. A partir de ese momento han llegado a las tiendas con cuentagotas más televisores 8K de fabricantes como LG, Sony, TCL o Hisense, siendo Samsung uno de los mayores defensores históricos de esta resolución por ventajas que veremos un poco más adelante. De hecho, hace solo unos meses el fabricante coreano avanzó en el CES 2025 su flamante nuevo modelo Neo QLED 8K QN990F, el que aseguran es su televisor más avanzado hasta la fecha, impulsado por el último procesador NQ8 AI Gen3 para aprovechar un conjunto de funciones de IA en el dispositivo con las que mejorar la imagen, el sonido y la experiencia en general. Y la verdad es que las primeras impresiones hacen que pinte genial salvo por un pequeño detalle: el precio. Y es que este espectacular modelo sigue arrastrando la principal rémora de la tecnología 8K en los últimos años, con precios prohibitivos para el común de los mortales, que no puede ni por asomo hacerse con uno de estos dispositivos sin descuadrar el presupuesto familiar. Para hacernos una idea, en el caso de este nuevo modelo QN990F de Samsung, la versión de 65 pulgadas cuesta actualmente 5.999 euros frente a los 7.999 euros del modelo de 75 pulgadas, los 10.999 euros del de 85 pulgadas, y hay una versión de 98 pulgadas prevista que todavía no aparece en la web. Imagen: Samsung QN990F Estos precios elevados han alejado a los consumidores medios de la resolución 8K, perdiendo el interés y haciendo que poco a poco los fabricantes hayan ido a su vez reduciendo esa euforia inicial abandonando los nuevos lanzamientos, con la excepción de Samsung como ya hemos señalado. Por ejemplo, con el lanzamiento de sus modelos de 2025, Sony ha suspendido oficialmente sus últimos televisores 8K, sin que haya previsto un sucesor directo. La compañía no ha descartado una futura vuelta al 8K en una etapa posterior, pero según una entrevista a FlatpanelsHD durante el evento de lanzamiento de 2025, Sony confirmó que el Z9K (su último modelo 8K) está "oficialmente descontinuado y sólo estará disponible mientras duren las existencias". LG por su parte no ha presentado nuevos televisores 8K desde 2023 y actualmente tiene a la venta el LG QNED MiniLED QNED99 AI 8K con un precio de casi 5.000 euros en su web. ¿Y otras marcas del sector? Pues parece que van por el mismo camino, como por ejemplo ha sido el caso de TCL que todavía tiene la serie X92 de hace unos años en su página, pero sin novedades destacables anunciadas al respecto de esta resolución. ¿Cómo se presenta el futuro próximo? Pues la consultora Verified Market Research ha elaborado un reciente informe donde prevé que la industria tecnológica 8K "crezca lentamente debido a la baja penetración de los consumidores". Según señalan, a pesar de la creciente disponibilidad de televisores de 8K, la adopción sigue siendo modesta debido a los altos precios y a un contenido insuficiente. Imagen: Xataka En su estudio comentan que según una encuesta de la Asociación de Tecnología del Consumidor (CTA) de 2024, sólo el 2% de los hogares estadounidenses posee un televisor 8K, mientras que el 44% posee una televisión 4K. La diferencia de precios significativa entre las pantal

Parecía que el paso lógico tras los televisores 4K sería dar el salto a la resolución 8K, un universo de píxeles lleno de posibilidades que promete mayor definición y sensación de inmersión en las películas acercando el cine a nuestras casas como nunca lo habíamos visto antes...
Promesas y promesas que de momento parecen haberse quedado solo en eso, por diferentes motivos como veremos a continuación. Esto ha hecho que, a diferencia de saltos tecnológicos anteriores como el paso de SD a HD o de HD a UHD (4K), la adopción de esta tecnología 8K parezca estar por ahora parada, si no muerta casi por completo con algunas honrosas excepciones.
Índice de Contenidos (2)
Las Smart TV 8K no terminan de despegar y algunos fabricantes abandonan el barco
El primer televisor 8K que llegó en las tiendas españolas fue el modelo Q900R de Samsung que tuvimos la oportunidad de analizar a fondo en diciembre de 2018, un modelo que tenía un margen de mejora claro en apartados como la administración de la atenuación local de la retroiluminación o su sonido, pero que desde un punto de vista global nos dejó un buen sabor de boca.
A partir de ese momento han llegado a las tiendas con cuentagotas más televisores 8K de fabricantes como LG, Sony, TCL o Hisense, siendo Samsung uno de los mayores defensores históricos de esta resolución por ventajas que veremos un poco más adelante.
De hecho, hace solo unos meses el fabricante coreano avanzó en el CES 2025 su flamante nuevo modelo Neo QLED 8K QN990F, el que aseguran es su televisor más avanzado hasta la fecha, impulsado por el último procesador NQ8 AI Gen3 para aprovechar un conjunto de funciones de IA en el dispositivo con las que mejorar la imagen, el sonido y la experiencia en general.
Y la verdad es que las primeras impresiones hacen que pinte genial salvo por un pequeño detalle: el precio. Y es que este espectacular modelo sigue arrastrando la principal rémora de la tecnología 8K en los últimos años, con precios prohibitivos para el común de los mortales, que no puede ni por asomo hacerse con uno de estos dispositivos sin descuadrar el presupuesto familiar.
Para hacernos una idea, en el caso de este nuevo modelo QN990F de Samsung, la versión de 65 pulgadas cuesta actualmente 5.999 euros frente a los 7.999 euros del modelo de 75 pulgadas, los 10.999 euros del de 85 pulgadas, y hay una versión de 98 pulgadas prevista que todavía no aparece en la web.
Estos precios elevados han alejado a los consumidores medios de la resolución 8K, perdiendo el interés y haciendo que poco a poco los fabricantes hayan ido a su vez reduciendo esa euforia inicial abandonando los nuevos lanzamientos, con la excepción de Samsung como ya hemos señalado.
Por ejemplo, con el lanzamiento de sus modelos de 2025, Sony ha suspendido oficialmente sus últimos televisores 8K, sin que haya previsto un sucesor directo. La compañía no ha descartado una futura vuelta al 8K en una etapa posterior, pero según una entrevista a FlatpanelsHD durante el evento de lanzamiento de 2025, Sony confirmó que el Z9K (su último modelo 8K) está "oficialmente descontinuado y sólo estará disponible mientras duren las existencias".
LG por su parte no ha presentado nuevos televisores 8K desde 2023 y actualmente tiene a la venta el LG QNED MiniLED QNED99 AI 8K con un precio de casi 5.000 euros en su web. ¿Y otras marcas del sector? Pues parece que van por el mismo camino, como por ejemplo ha sido el caso de TCL que todavía tiene la serie X92 de hace unos años en su página, pero sin novedades destacables anunciadas al respecto de esta resolución.
¿Cómo se presenta el futuro próximo? Pues la consultora Verified Market Research ha elaborado un reciente informe donde prevé que la industria tecnológica 8K "crezca lentamente debido a la baja penetración de los consumidores". Según señalan, a pesar de la creciente disponibilidad de televisores de 8K, la adopción sigue siendo modesta debido a los altos precios y a un contenido insuficiente.

En su estudio comentan que según una encuesta de la Asociación de Tecnología del Consumidor (CTA) de 2024, sólo el 2% de los hogares estadounidenses posee un televisor 8K, mientras que el 44% posee una televisión 4K. La diferencia de precios significativa entre las pantallas 4K y 8K, junto con contenido insuficiente de 8K disuade a muchas personas de invertir en esta tecnología.
Sin embargo prevén que el mercado se expanda a medida que la tecnología sea más accesible y esperan que la creciente demanda de 8K haga que el mercado crezca con una CAGR (tasa de crecimiento anual compuesta) del 29,10% en el periodo de 2026 a 2032. ¿No son cifras muy optimistas?
Pues hay que tener en cuenta que consideran el mercado completo de tecnologías 8K, incluyendo pantallas de televisión, monitores y cámaras de vídeo por ejemplo. Además, en algunos mercados como Corea del Sur o Japón es posible conseguir contenidos 8K nativos con relativa facilidad. De hecho, en este último país la cadena pública NHK comenzó a emitir en esta resolución en diciembre de 2018, lo que puede animar más a los usuarios.
El escalado no es suficiente: sin contenidos nativos el 8K no "brilla"
Como hemos comentado anteriormente, Samsung es una de las compañías que sigue defendiendo con más ímpetu sus propuestas 8K, y lo hace porque según sus responsables aporta un valor real. Según los técnicos de esta marca un ojo humano con la agudeza visual intacta es capaz de identificar perfectamente a la distancia de visionado estándar la información adicional que nos entrega un panel 8K si lo comparamos con una matriz 4K UHD del mismo tamaño.
De hecho, en un evento celebrado en mayo de 2022 en el que pudimos participar, un ingeniero de Samsung nos aseguró que la agudeza visual de un ojo humano sano le permite identificar el detalle fino de un panel con resolución máxima 9K.
Otros argumentos a su favor nos los daba Toshiyuki Ogura, ingeniero jefe de Sony, quien defendía que los paneles 8K "nos ofrecen la imagen más real y más cercana a la idea concebida por los creadores". Según él las imágenes 8K nos dan una mayor sensación de realismo que las que están codificadas a resolución 4K UHD.
E incluso algunos de estos técnicos expertos aseguran que es posible notar mejoras simplemente reescalando contenidos 4K a 8K. Por ejemplo en 2020 Gavin McCarron, jefe de producto de Sony TV Europa nos hablaba de las ventajas de este sistema concluyendo que podemos hacer un gran uso de la resolución adicional del televisor escalando el contenido 4K y que "tu contenido 4K se verá mejor en un televisor 8K gracias al escalado."

Sin embargo, si queremos que la tele muestre todo su potencial es necesario contenido nativo, algo que por ahora brilla por su ausencia. Es cierto que ya hay una asociación encargada de certificar todo el mundillo del 8K, la 8K Association, pero también que no hay previsto por ahora ningún formato físico tipo Blu-ray 8K, ni las distribuidoras de streaming como Netflix, Disney+, Amazon o similares parece estar por la labor.
Actualmente podemos conseguir algunos vídeos con resolución 8K en YouTube de tipo demostrativo que son espectaculares, sí, pero esto es todo por el momento. Y no parece suficiente para que la mayor parte de los consumidores que planean renovar su televisor decida apostar por un modelo equipado con un panel 8K que además le costará más del doble que su equivalente 4K
Además, tenemos el asunto del tamaño de la pantalla y las distancias de visionado. Y es que, como ya analizamos en su día, los televisores 8K nos permiten disfrutar de una calidad de imagen muy alta, pero solo cuando miramos un panel de gran tamaño desde una distancia relativamente corta.
Es decir, las pantallas 8K tienen sentido si estamos hablando de diagonales de 75 pulgadas hacia arriba y cuando las miramos desde una distancia cercana, que en un escenario de uso real puede oscilar entre 1,5 y 2 metros. Algo que no todas las viviendas pueden permitirse.
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El 8K se muere, y tiene todo el sentido: esto es lo que explica que Samsung se haya quedado sola
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Xataka Smart Home
por
Paco Rodríguez
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