El sector teleco español, al borde de una reordenación histórica que cada vez suena más fuerte: Telefónica comprando Vodafone

El sector de las telecomunicaciones en España se encuentra al borde de una transformación histórica, y los rumores de que Telefónica podría comprar Vodafone España están generando una amplia expectación tanto en el ámbito corporativo como en el regulatorio y sindical. En un contexto en el que la consolidación se perfila como la única vía para reorganizar un mercado cada vez más competido y fragmentado, la potencial operación se presenta como un movimiento estratégico de gran envergadura que podría cambiar radicalmente el panorama nacional y tener repercusiones a nivel europeo. Contexto y motivación de la posible compra Telefónica, bajo el liderazgo de Marc Murtra, estudia seriamente la posibilidad de integrar Vodafone España, actualmente en manos del fondo Zegona Communications. La estrategia de consolidación intramercado ha sido definida con claridad por Murtra, quien ha dejado en claro que solo se considerarán fusiones económicamente rentables a nivel nacional antes de pensar en operaciones a escala europea. La adquisición de Vodafone se vislumbra como la única operación de tamaño suficiente para "arreglar" la actual situación de competencia y rentabilidad del sector. Esta alternativa se posiciona como la opción más interesante frente al creciente Digi, que por su parte no tiene intención de vender y continúa expandiéndose rápidamente. Reacciones del mercado y contexto regulatorio Desde las declaraciones de Murtra en la junta de accionistas de Telefónica en abril, las acciones de Zegona, propietaria de Vodafone España, experimentó un repunte del 18% en tan solo 16 días. Este aumento refleja el creciente interés de los inversores en la posible adquisición, lo que da crédito a la operación. Además, el clima regulatorio actual parece más favorable para este tipo de transacciones. La reciente designación de Teresa Ribera como comisaria europea de Competencia, junto con informes de figuras como Enrico Letta y Mario Draghi, y la creciente necesidad de soberanía tecnológica, podrían facilitar la aprobación de fusiones de gran envergadura en el sector. En Xataka Móvil Europa necesitaba una alternativa a Starlink: IRIS² y GOVSATCOM son la doble apuesta para conseguirlo Paralelamente, en el ámbito europeo se debate la modernización de las políticas de competencia. Un periodo de consulta pública, que se extiende hasta el 3 de septiembre de 2025, permitirá recabar opiniones sobre la revisión de las directrices antimonopolio que han regido durante años la evaluación de fusiones. Grandes operadoras, entre ellas Telefónica, Orange, Vodafone y Deutsche Telekom, ven en esta actualización la oportunidad de impulsar un modelo desregulador que les permita competir globalmente frente a gigantes estadounidenses y chinos. Cuotas de mercado y posibles obstáculos Si Telefónica logra adquirir Vodafone, la fusión resultante daría lugar a una cuota de mercado dominante en España. En el ámbito de la fibra óptica, la combinación de ambas compañías alcanzaría un 45,6% del mercado; en telefonía móvil, un 45%; y en ingresos minoristas, más de la mitad del mercado, con un 50,8%. Sin embargo, la integración total de ambas compañías no sería viable en su totalidad, especialmente en el segmento B2B, donde Telefónica y Vodafone ya tienen una cuota conjunta superior al 80%, lo que sería inaceptable para la competencia. Por ello, se contempla que el negocio B2B de Vodafone podría ser apartado de la integración y transferido a MasOrange, la nueva entidad resultante de la fusión entre Orange y MásMóvil, para equilibrar las cuotas y evitar problemas regulatorios. Incluso, la marca Lowi también se contempla como una estrategia para contrarrestar la concentración y fortalecer las posiciones competitivas de todos los actores, por lo que también podría acabar en manos de MasOrange si fuese necesario. En Xataka Móvil Estas son las marcas de la nueva Masorange señaladas para liderar el proyecto, y las marcas 'desaparecidas' Más allá de las cuestiones de cuota de mercado y de competencia, la potencial fusión se enfrenta a desafíos de índole técnica y estructural. Uno de los principales obstáculos reside en la necesidad de que el Gobierno vuelva a elevar los límites máximos de frecuencias radioeléctricas (spectrum cap) para permitir una distribución óptima de las mismas entre Movistar, Masorange y Digi. Además, existen sinergias comprometidas derivadas de estructuras existentes en el sector, como la fiberco que vincula a Masorange y Vodafone en la red fija con contratos de larga duración, y la posible creación de una “RANco” destinada a la gestión mayorista de la red móvil, la cual podría disminuir el valor estratégico de la integración para Telefónica. Los sindicatos estiman que Telefónica y Vodafone s

May 14, 2025 - 15:46
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El sector teleco español, al borde de una reordenación histórica que cada vez suena más fuerte: Telefónica comprando Vodafone

El sector teleco español, al borde de una reordenación histórica que cada vez suena más fuerte: Telefónica comprando Vodafone

El sector de las telecomunicaciones en España se encuentra al borde de una transformación histórica, y los rumores de que Telefónica podría comprar Vodafone España están generando una amplia expectación tanto en el ámbito corporativo como en el regulatorio y sindical.

En un contexto en el que la consolidación se perfila como la única vía para reorganizar un mercado cada vez más competido y fragmentado, la potencial operación se presenta como un movimiento estratégico de gran envergadura que podría cambiar radicalmente el panorama nacional y tener repercusiones a nivel europeo.

Contexto y motivación de la posible compra

Vodafone y Digi en el punto de mira de Telefónica

Telefónica, bajo el liderazgo de Marc Murtra, estudia seriamente la posibilidad de integrar Vodafone España, actualmente en manos del fondo Zegona Communications. La estrategia de consolidación intramercado ha sido definida con claridad por Murtra, quien ha dejado en claro que solo se considerarán fusiones económicamente rentables a nivel nacional antes de pensar en operaciones a escala europea.

La adquisición de Vodafone se vislumbra como la única operación de tamaño suficiente para "arreglar" la actual situación de competencia y rentabilidad del sector. Esta alternativa se posiciona como la opción más interesante frente al creciente Digi, que por su parte no tiene intención de vender y continúa expandiéndose rápidamente.

Reacciones del mercado y contexto regulatorio

Desde las declaraciones de Murtra en la junta de accionistas de Telefónica en abril, las acciones de Zegona, propietaria de Vodafone España, experimentó un repunte del 18% en tan solo 16 días. Este aumento refleja el creciente interés de los inversores en la posible adquisición, lo que da crédito a la operación.

Además, el clima regulatorio actual parece más favorable para este tipo de transacciones. La reciente designación de Teresa Ribera como comisaria europea de Competencia, junto con informes de figuras como Enrico Letta y Mario Draghi, y la creciente necesidad de soberanía tecnológica, podrían facilitar la aprobación de fusiones de gran envergadura en el sector.

Paralelamente, en el ámbito europeo se debate la modernización de las políticas de competencia. Un periodo de consulta pública, que se extiende hasta el 3 de septiembre de 2025, permitirá recabar opiniones sobre la revisión de las directrices antimonopolio que han regido durante años la evaluación de fusiones.

Grandes operadoras, entre ellas Telefónica, Orange, Vodafone y Deutsche Telekom, ven en esta actualización la oportunidad de impulsar un modelo desregulador que les permita competir globalmente frente a gigantes estadounidenses y chinos.

Cuotas de mercado y posibles obstáculos

Cuotas de mercado

Si Telefónica logra adquirir Vodafone, la fusión resultante daría lugar a una cuota de mercado dominante en España. En el ámbito de la fibra óptica, la combinación de ambas compañías alcanzaría un 45,6% del mercado; en telefonía móvil, un 45%; y en ingresos minoristas, más de la mitad del mercado, con un 50,8%.

Sin embargo, la integración total de ambas compañías no sería viable en su totalidad, especialmente en el segmento B2B, donde Telefónica y Vodafone ya tienen una cuota conjunta superior al 80%, lo que sería inaceptable para la competencia. Por ello, se contempla que el negocio B2B de Vodafone podría ser apartado de la integración y transferido a MasOrange, la nueva entidad resultante de la fusión entre Orange y MásMóvil, para equilibrar las cuotas y evitar problemas regulatorios.

Incluso, la marca Lowi también se contempla como una estrategia para contrarrestar la concentración y fortalecer las posiciones competitivas de todos los actores, por lo que también podría acabar en manos de MasOrange si fuese necesario.

Más allá de las cuestiones de cuota de mercado y de competencia, la potencial fusión se enfrenta a desafíos de índole técnica y estructural. Uno de los principales obstáculos reside en la necesidad de que el Gobierno vuelva a elevar los límites máximos de frecuencias radioeléctricas (spectrum cap) para permitir una distribución óptima de las mismas entre Movistar, Masorange y Digi.

Además, existen sinergias comprometidas derivadas de estructuras existentes en el sector, como la fiberco que vincula a Masorange y Vodafone en la red fija con contratos de larga duración, y la posible creación de una “RANco” destinada a la gestión mayorista de la red móvil, la cual podría disminuir el valor estratégico de la integración para Telefónica.

Los sindicatos estiman que Telefónica y Vodafone serán una en verano de 2026

Sindicatos dan credibilidad a la compra de Vodafone por parte de Telefónica

En paralelo a los movimientos corporativos, los sindicatos de Telefónica representados por UGT, CCOO y CGT ya están trabajando en estrategias para proteger los derechos laborales de los empleados, tal y como avanzan desde Vozpopuli. Con la incorporación de aproximadamente 3.000 trabajadores de Vodafone España, la plantilla total del grupo Telefónica se elevaría a más de 21.000 empleados, pasando de los actuales 18.305.

Aunque ambas compañías se abstienen de confirmar oficialmente la operación, la seguridad percibida en el seno sindical sugiere que la adquisición se dará en un futuro cercano, potencialmente cerrándose la operación antes del verano de 2026.

Objetivo: sentar las bases para crear campeones europeos

La consolidación impulsada por esta posible fusión está enmarcada en un contexto de transformación industrial global y de competencia cada vez más feroz. La operación permitiría a Telefónica complementar su oferta, especialmente en el segmento de tarifas económicas, compitiendo de manera más eficaz con el crecimiento de Digi.

La potencial compra de Vodafone España por parte de Telefónica se configura como una jugada audaz que podría redefinir el mapa de las telecomunicaciones en España y, en última instancia, sentar las bases para la creación de campeones europeos capaces de competir a nivel global.

Aunque la operación afronta numerosos desafíos (regulatorios, técnicos y de integración de negocios) el consenso en el sector es que esta es la única vía para reordenar un mercado fragmentado y crear un entorno más competitivo y rentable. Entre las reacciones positivas del mercado, un entorno regulatorio en transformación y una estrategia corporativa bien definida, la apuesta por la fusión se anuncia como uno de los movimientos más trascendentales en la historia del sector teleco español.

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