Los Intel Core Ultra 200S hacen cuello de botella a los mejores SSD PCIe 5.0 y no es culpa de las placas base

Se han confirmado las sospechas meses después de las reviews para los Intel Core Ultra 200S, y evidencian que los azules no han hecho un buen trabajo con respecto no solo a la arquitectura en sí misma para los núcleos, sino a los buses entre Tiles. Y es que tanto los fabricantes de placas base como la propia Intel han afirmado que los Core Ultra 200S hacen cuello de botella a los mejores SSD PCIe 5.0, y estos son los motivos.

Tal es el problema, que según los datos que se han ido recopilando durante estos meses, y las últimas pruebas que demuestran en concreto el cuello de botella, no hay ninguna placa base Intel Z890 que se salve, y es que es imposible que pase, porque el problema está en las CPU.

Los Intel Core Ultra 200S tienen un importante problema de cuello de botella entre sus buses que destroza el rendimiento TOP de los mejores SSD PCIe 5.0

Resumiendo muy brevemente el problema: si te compras un SSD PCIe 5.0 que logre 14 GB/s lo que tendrás con una CPU Core Ultra 200S es un rendimiento máximo de 12 GB/s. O lo que es igual, perderás entre un 14% a un 15% de rendimiento sin ser culpa del propio SSD o la placa base.

Los compañeros de TheSSDReview se pusieron en contacto con ASUS y ASRock y obtuvieron unas declaraciones bastante suculentas, que en cierta medida, cuando fue preguntada Intel sobre el mismo tema, la compañía azul confirmó a su manera:

Esta diferencia se debe a una mayor latencia de la IOE Tile de las CPU Intel Core Ultra 200S, que alimenta las ranuras M.2 Gen 5, y del SoC Tile que alimenta las líneas PCIe 5.0 para los SSD.

Intel por su parte da su versión de los hechos confirmando el problema:

Intel puede confirmar que el root port PCIe de las líneas 21 a 24 Gen5 de los procesadores Intel Core Ultra 200S puede presentar latencias mayores en comparación con los root port PCIe de las líneas 1 a 16 Gen5, debido a una ruta de datos entre matrices más larga. Sin embargo, cualquier variación depende de la carga de trabajo específica y de las capacidades del dispositivo PCIe.

No es un problema con el M.2, sino con las líneas PCIe destinadas al resto de dispositivos

Como bien ha dicho Intel, las líneas 1 a la 16 están "reservadas" para el máximo rendimiento de las tarjetas gráficas y el enrutado de los buses es distinto al resto de líneas que van directamente al SoC Tile e IOE. Las pruebas con una ASUS Hyper M.2 mediante PCIe así lo confirman, y aunque los datos de lectura y escritura secuencial mejoran frente al M.2 tradicional de las placas base, los valores en aleatorio están por debajo de lo que se ofrece en la plataforma con chipset Z790.

Este es uno de los motivos, aparte del rendimiento en gaming, por lo que Intel ha decidido lanzar los Core Ultra 300S como Arrow Lake-S Refresh este año, los cuales llegarán con mayores velocidades de buses, y en teoría, algo más de frecuencias, con mayor consumo, pero aportando más rendimiento en gaming y sin cuellos de botella en los SSD PCIe 5.0.

Podemos decir sin lugar a dudas que, si los Core 13 y Core 14 fueron un desastre en estabilidad, al menos compitieron en gaming en cuanto a rendimiento. Los Core Ultra 200S no solo están por detrás de estos siendo más actuales, sino que pierden performance con los SSD PCIe 5.0 por el mismo motivo que no logran escalar en FPS, algo que Nova Lake corregirá definitivamente según las filtraciones que vimos hace algunos meses.

Hasta entonces, habrá que esperar a estos Core Ultra 300S como refresh para paliar estos problemas, porque está claro que no habrá microcódigo o actualización de BIOS que ponga en compromiso la estabilidad a cambio del rendimiento perdido, ya que entonces, se habría hecho hace tiempo.

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