"No protegen los metadatos confidenciales": la presidenta de Signal carga contra WhatsApp

Esta semana la aplicación de mensajería instantánea Signal está ganando mucha atención. El motivo es que, según se ha reportado, altos funcionarios de la Administración de Donald Trump incluyeron por error a un periodista en una sala de chat encriptada de la plataforma, la cual se usó para discutir la inminente acción militar estadounidense contra los hutíes de Yemen. El periodista asegura que pudo leer todos los detalles sobre los planes de ataque que se escribieron en ese grupo.

La presidenta de Signal, Meredith Whittaker, no ha abordado directamente la polémica, pero sí ha levantado la voz para defender la seguridad de la aplicación de mensajería. Lo ha hecho, eso sí, escudada en otro debate: como respuesta ante declaraciones previas de su homólogo en WhatsApp, Will Cathcart, quien aseguró recientemente que no hay grandes diferencias entre ambas plataformas.

“No diría que Will y yo estamos peleados, pero no estoy de acuerdo. Porque hay grandes diferencias entre Signal y WhatsApp”, escribía Whittaker en X (Twitter), describiendo su plataforma como “el estándar de oro en comunicaciones privadas”. “Somos una empresa de código abierto sin fines de lucro, y desarrollamos y aplicamos tecnología de extremo a extremo (E2EE) y que preserva la privacidad en todo nuestro sistema para proteger los metadatos y el contenido de los mensajes”, añadía.

Whittaker invita a los usuarios a consultar el apartado de su web llamado ‘Big Brother’ para comprobar los “pocos datos” que recaba la plataforma.

En su mensaje, además, Whittaker señala que, a diferencia de Signal, WhatsApp —propiedad de Meta— no protege los metadatos confidenciales como la lista de contactos, quién se comunica con quién, la hora de los mensajes o la foto de perfil. “Cuando se ven obligados, como todas las empresas que recopilan datos, entregan estos datos importantes y reveladores”, recuerda.

Aunque reconoce que le “encanta” que WhatsApp use la tecnología de Signal —la app de Meta emplea el mismo protocolo de cifrado extremo a extremo (E2EE) que Signal para los mensajes en su versión para consumidores—, critica que la protección no se extiende a los metadatos ni esté presente en la versión empresarial.

E insiste: “Son diferencias clave en lo que respecta a la privacidad significativa, y el público merece comprenderlas”.

La polémica entre Signal y WhatsApp

En una entrevista reciente con el periódico holandés De Telegraaf a la que tuvo acceso Cybernews, Whittaker criticaba las prácticas de recopilación de datos de WhatsApp y afirmaba que la aplicación de mensajería recopila demasiados metadatos confidenciales, que la presidenta de Signal califica como “mortales” siguiendo las palabras de un exdirector de la CIA («Matamos gente basándonos en metadatos», cita ella en la entrevista).

Los metadatos, prosigue, “te dicen exactamente con quién te comunicas, a qué hora, con qué frecuencia y dónde estás. Puedes obtener muchísima información de eso. WhatsApp puede vincular esa información con Facebook, Instagram y datos de pago que podrían comprar. Signal simplemente no tiene todos esos datos”, declaró.

Las declaraciones de Whittaker no pasaron desapercibidas. Will Cathcart respondió la semana pasada durante un encuentro con periodistas en Países Bajos, donde negó que WhatsApp recoja ese tipo de información. “Creemos firmemente en la comunicación privada”, dijo. “WhatsApp no registra con quién ni cuándo se comunican las personas, y los datos de ubicación y la información de contacto no se comparten con otras empresas”.

Un portavoz de WhatsApp, además, aseguró que la app solo usa ciertos metadatos para evitar el spam y el abuso, y que no rastrea los mensajes personales ni los utiliza con fines publicitarios.

Crecen los usuarios de Signal

La política de privacidad estricta, junto con su modelo sin ánimo de lucro, ha sido uno de los factores detrás del aumento en la popularidad de Signal.

Según datos de Sensor Tower recogidos por Reuters, las descargas de Signal en Estados Unidos aumentaron un 16% en el primer trimestre de 2025 respecto al trimestre anterior, y un 25% en comparación con el mismo periodo de 2024.

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