Nueva Zelanda no solo quiere vetar los móviles a los niños: ahora va a prohibir las redes sociales a los menores

Lo venimos contando durante meses. La lucha por tratar de ofrecer a los menores una especie de muro digital con el que protegerlos de los peligros de las pantallas en edades muy tempranas se sigue expandiendo. A Francia, Reino Unido, Noruega, España, Dinamarca o Finlandia se acaba de sumar una nación en la otra punta del planeta. Con un añadido: Nueva Zelanda quiere ir un poco más allá prohibiendo directamente las redes sociales. Sin redes a los menores. Nueva Zelanda se prepara para dar un paso inédito en la regulación del entorno digital con una propuesta que busca prohibir directamente el acceso a las redes sociales a menores de 16 años. De hecho, el primer ministro Christopher Luxon ha defendido la medida como una respuesta urgente a los crecientes daños que estas plataformas pueden causar en niños y adolescentes: desde el ciberacoso y la exposición a contenidos violentos hasta la adicción y la explotación online. Según Luxon, la iniciativa no es un ataque a la tecnología, sino una exigencia de responsabilidad a las empresas que la gestionan. En sus palabras, “se trata de proteger a nuestros hijos”. En Xataka Rusia lleva tres años de guerra desde que invadió Ucrania. Eso le ha dado una idea a Taiwán para frenar a China El modelo australiano. La propuesta de ley, redactada por la diputada Catherine Wedd del Partido Nacional, se basa directamente en la pionera legislación australiana aprobada en noviembre de 2024, considerada una de las más estrictas del mundo en cuanto al uso de redes sociales por menores. Dicha ley australiana no solo generó apoyo ciudadano, sino también una respuesta airada por parte de gigantes tecnológicos, que la calificaron de imprecisa y precipitada. Aun así, más del 66% de los neozelandeses se han mostrado a favor de imponer restricciones similares, según un sondeo reciente. La versión neozelandesa obligaría a las plataformas a verificar legalmente la edad de los usuarios, y establece multas de hasta 2 millones de dólares neozelandeses (1,2 millones de dólares estadounidenses) para quienes incumplan. Trascendiendo la política. El proyecto ya ha sido presentado como un esfuerzo no partidista, apelando al sentido común nacional más que a las divisiones ideológicas. De hecho, el líder laborista de la oposición, Chris Hipkins, se ha mostrado receptivo a discutir la propuesta, reconociendo el valor del debate y señalando que “los australianos han sido valientes, y Nueva Zelanda también debería atreverse”. Para Luxon, la clave está en dejar de lado los cálculos políticos: “Esto no es un tema político, es un asunto de país”, insistió. Dicho esto, el gobierno de coalición necesitará el respaldo de sus socios para que el proyecto prospere en el Parlamento, aunque todavía no se ha anunciado una fecha oficial para su presentación formal. Falta de controles y presión. Una de las principales debilidades que pretende subsanar esta ley es la ausencia de mecanismos legales efectivos para verificar la edad en redes sociales, algo que ha dejado a muchas familias sin herramientas claras para gestionar el acceso digital de sus hijos. Profesores y padres han transmitido al gobierno su preocupación por la incapacidad de limitar el uso de las plataformas donde los menores quedan expuestos a entornos que no fueron diseñados pensando en su bienestar. La medida, por tanto, no busca eliminar la tecnología de la vida juvenil, sino más bien establecer un marco de seguridad mínimo para evitar que la etapa formativa de millones de niños quede a merced de algoritmos y contenidos poco controlables. En Xataka Ucrania ha capturado el nuevo misil de crucero de Rusia. Su sorpresa ha sido mayúscula al abrirlo: lo hicieron los "aliados" Entre libertad y protección. Lo cierto es que el debate sobre la edad mínima para acceder a redes sociales ha ganado fuerza en todo el mundo, pero Nueva Zelanda podría convertirse en uno de los primeros países en implementar un control efectivo respaldado por sanciones reales. Aunque la iniciativa se enfrenta a posibles desafíos legales, técnicos y políticos, su propósito es claro: establecer un nuevo estándar en la relación entre infancia, ciudadanía digital y responsabilidad corporativa. En una era donde los espacios virtuales forman parte del desarrollo personal, la pregunta de fondo es hasta qué punto los gobiernos deben intervenir para garantizar que ese desarrollo sea sano y seguro. Desde ese prisma, la propuesta del gobierno neozelandés plantea un dilema crucial de nuestro tiempo: cómo demonios proteger a los menores en un ecosistema digital diseñado por adultos… para adultos. Imagen | Pexels En Xataka Móvil | El país más feliz del mundo ha tomado una decisión histórica para seguir siéndolo: acabar con los móviles en las aulas En Xataka Móvil | En la era donde todo se graba en móvil, TikTok se llenó de

May 14, 2025 - 22:54
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Nueva Zelanda no solo quiere vetar los móviles a los niños: ahora va a prohibir las redes sociales a los menores

Nueva Zelanda no solo quiere vetar los móviles a los niños: ahora va a prohibir las redes sociales a los menores

Lo venimos contando durante meses. La lucha por tratar de ofrecer a los menores una especie de muro digital con el que protegerlos de los peligros de las pantallas en edades muy tempranas se sigue expandiendo. A Francia, Reino Unido, Noruega, España, Dinamarca o Finlandia se acaba de sumar una nación en la otra punta del planeta. Con un añadido: Nueva Zelanda quiere ir un poco más allá prohibiendo directamente las redes sociales.

Sin redes a los menores. Nueva Zelanda se prepara para dar un paso inédito en la regulación del entorno digital con una propuesta que busca prohibir directamente el acceso a las redes sociales a menores de 16 años.

De hecho, el primer ministro Christopher Luxon ha defendido la medida como una respuesta urgente a los crecientes daños que estas plataformas pueden causar en niños y adolescentes: desde el ciberacoso y la exposición a contenidos violentos hasta la adicción y la explotación online. Según Luxon, la iniciativa no es un ataque a la tecnología, sino una exigencia de responsabilidad a las empresas que la gestionan. En sus palabras, “se trata de proteger a nuestros hijos”.

El modelo australiano. La propuesta de ley, redactada por la diputada Catherine Wedd del Partido Nacional, se basa directamente en la pionera legislación australiana aprobada en noviembre de 2024, considerada una de las más estrictas del mundo en cuanto al uso de redes sociales por menores. Dicha ley australiana no solo generó apoyo ciudadano, sino también una respuesta airada por parte de gigantes tecnológicos, que la calificaron de imprecisa y precipitada.

Aun así, más del 66% de los neozelandeses se han mostrado a favor de imponer restricciones similares, según un sondeo reciente. La versión neozelandesa obligaría a las plataformas a verificar legalmente la edad de los usuarios, y establece multas de hasta 2 millones de dólares neozelandeses (1,2 millones de dólares estadounidenses) para quienes incumplan.

Trascendiendo la política. El proyecto ya ha sido presentado como un esfuerzo no partidista, apelando al sentido común nacional más que a las divisiones ideológicas. De hecho, el líder laborista de la oposición, Chris Hipkins, se ha mostrado receptivo a discutir la propuesta, reconociendo el valor del debate y señalando que “los australianos han sido valientes, y Nueva Zelanda también debería atreverse”.

Para Luxon, la clave está en dejar de lado los cálculos políticos: “Esto no es un tema político, es un asunto de país”, insistió. Dicho esto, el gobierno de coalición necesitará el respaldo de sus socios para que el proyecto prospere en el Parlamento, aunque todavía no se ha anunciado una fecha oficial para su presentación formal.

Falta de controles y presión. Una de las principales debilidades que pretende subsanar esta ley es la ausencia de mecanismos legales efectivos para verificar la edad en redes sociales, algo que ha dejado a muchas familias sin herramientas claras para gestionar el acceso digital de sus hijos.

Profesores y padres han transmitido al gobierno su preocupación por la incapacidad de limitar el uso de las plataformas donde los menores quedan expuestos a entornos que no fueron diseñados pensando en su bienestar. La medida, por tanto, no busca eliminar la tecnología de la vida juvenil, sino más bien establecer un marco de seguridad mínimo para evitar que la etapa formativa de millones de niños quede a merced de algoritmos y contenidos poco controlables.

Entre libertad y protección. Lo cierto es que el debate sobre la edad mínima para acceder a redes sociales ha ganado fuerza en todo el mundo, pero Nueva Zelanda podría convertirse en uno de los primeros países en implementar un control efectivo respaldado por sanciones reales.

Aunque la iniciativa se enfrenta a posibles desafíos legales, técnicos y políticos, su propósito es claro: establecer un nuevo estándar en la relación entre infancia, ciudadanía digital y responsabilidad corporativa. En una era donde los espacios virtuales forman parte del desarrollo personal, la pregunta de fondo es hasta qué punto los gobiernos deben intervenir para garantizar que ese desarrollo sea sano y seguro.

Desde ese prisma, la propuesta del gobierno neozelandés plantea un dilema crucial de nuestro tiempo: cómo demonios proteger a los menores en un ecosistema digital diseñado por adultos… para adultos.

Imagen | Pexels

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La noticia Nueva Zelanda no solo quiere vetar los móviles a los niños: ahora va a prohibir las redes sociales a los menores fue publicada originalmente en Xataka Móvil por Miguel Jorge .