Estados Unidos hace lo impensable y fabrica una nueva bomba nuclear que podrá lanzar desde los cazas

Aunque no debería sorprenderle a nadie, Estados Unidos ha continuado trabajando en el desarrollo de nuevas bombas nucleares. La última versión acaba de entrar en fase de producción y llega con una imponente versatilidad, puesto que podrá ser lanzada desde cazas o aviones modernos.

Los años pasan y Estados Unidos no está interesada, ni mucho menos, en detenerse en su carrera de continuar fabricando bombas nucleares cada vez más avanzadas. La nación sabe lo que representa esta arma y la manera en la que recurren a ella para distintos fines, aunque no las utilicen. Por eso, han continuado creando modelos hasta que han llegado a una nueva versión dotada de importantes mejoras: la B61-13.

Una bomba nuclear fruto de la situación mundial

Aunque se han producido multitud de versiones de la B61, no ha sido hasta los últimos años cuando Estados Unidos ha visto que necesitaban poner esta tecnología a punto. Lo reconocieron tiempo atrás, cuando mencionaron que comenzaron a trabajar en esta nueva bomba en el año 2022 a la vista del conflicto de Ucrania. Hablan sobre el entorno de seguridad cambiante por el que pasa el mundo y las distintas amenazas con las que podrían llegar a enfrentarse.

Posiblemente, Estados Unidos no olvide las palabras de Putin, que ya hizo mención a que la situación en el mundo se podría complicar si Ucrania recibía una gran cantidad de apoyo. Europa, en los últimos días, ha comenzado a valorar como más posible una situación crítica en la que puedan llegar a utilizarse armas nucleares en Europa. De ahí que se haya producido toda la corriente de las mochilas de las 72 horas y los consejos para sobrevivir durante ese periodo inicial en el cual la radiación estaría en su máximo nivel. En Estados Unidos, por su lado, lo que hacen es acelerar el trabajo en esta bomba nuclear B61-13, con la cual quieren tener suficiente cantidad de cabezas nucleares como herramienta para disuadir a sus posibles adversarios.

Versatilidad de uso como principal objetivo

El Pentágono ha hablado sobre los motivos que los han llevado a crear esta nueva bomba nuclear. Uno de ellos es poder tener la capacidad necesaria para integrarla con la tecnología actual y que, de esta forma, pueda ser transportada en los aviones más modernos. Pero, al mismo tiempo, también podrá ser utilizada por los cazas de última generación, como el F-35, del cual ya hemos hablado anteriormente. Eso dará soporte al ejército norteamericano a la hora de poder mover la bomba nuclear con rapidez y llevarla a los lugares donde crean conveniente. Siempre, por supuesto, como herramienta de persuasión tal y como han vuelto a remarcar con sus palabras.

La información disponible apunta a que, por otra parte, será una bomba nuclear de uso tan flexible que también podrá ser transportada en otros aviones de combate muy concretos. Por ejemplo, se hace mención al B-21 Raider, un bombardero que se perfila como uno de los pájaros más destacados que tendrá Estados Unidos en cuanto termine su desarrollo. El objetivo sería que esta bomba nuclear pudiera adaptarse con facilidad a todos los últimos aviones y cazas que estén en fabricación, teniendo así más oportunidades para utilizarla con esos fines de disuasión ya mencionados. Eso sí, también se menciona que este tipo de bomba podría ser utilizada en caso de tener que abarcar zonas extensas donde haya objetivos militares clave.

La potencia de esta bomba nuclear superará de manera considerable el modelo previo, indicándose que, si este modelo impacta cerca de un objetivo de gran resistencia, podría destruirlo con un solo impacto. En el caso del uso de la B61-12, se necesitarían dos bombas para conseguir el mismo impacto. Hablando en números, la nueva versión tendrá una potencia de 360 kilotones. Con este nivel de potencia, según dicen los expertos, una sola bomba nuclear podría llegar a terminar con una ciudad completa.

Estados Unidos todavía está haciendo pruebas, análisis y buscando la mejor manera de aprovechar el arsenal nuclear al que tienen acceso. Recuerdan que Rusia sigue teniendo, al menos en teoría, la mayor cantidad de bombas nucleares del mundo, aunque se desconoce qué volumen de ellas estarían activas. Con la B61-13, si llegase el momento, tratarían de disuadir a sus rivales, responder estratégicamente si fuera necesario y así proteger tanto su país como a sus aliados.

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