El enorme lío sexual de Ozempic: los estudios le atribuyen disfunción eréctil, quienes lo toman están gozando más que nunca

A principios de año, Wired hablaba de Shane Desmond. Desmond (51 años) llevaba unos meses tomando Ozempic, pero ya notaba sus efectos: no solo había perdido 18 kilos, sino que su apetito sexual se había incrementado sensiblemente. Era una de las muchas personas tratadas semaglutida que habían visto cómo su vida sexual se volvía una fiesta. Sin embargo, un años antes, la revista IJIR: Your Sexual Medicine Journal, publicaba un estudio que asociaba el uso de este tipo de fármacos con la disfucción eréctil. Todos sabíamos que Ozempic había supuesto todo un 'cambio de paradigma' en los tratamientos anti-obesidad, pero ¿qué estaba pasando con la bragueta? En Xataka "Perdí 55 kilos, pero recuperé 30 al dejarlo": hablamos con los españoles que han probado la montaña rusa de Ozempic Una pregunta mucho más difícil de lo que parece. Sobre todo, porque el mundo de la sexualidad, el deseo y sus funciones es algo tremendamente sutil y complejo. Más que otras muchas partes del cuerpo, la verdad. Sabemos que esta medicación mejora la salud cardiaca, las enfermedades renales e incluso los problemas de sueño; pero no tenemos mucha idea de cómo influye en la vida sexual de sus usuarios. Tenemos teorías, eso sí. Y de peso. Para empezar, sabemos que la obesidad en sí mismas afecta negativamente a la salud sexual de personas de todos los sexos. Estadísticamente, como señalaba David Sarwer de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Temple, "observamos tasas más elevadas de disfunción sexual [y grado de dificultad para experimentar satisfacción en la actividad sexual] tanto en hombres como en mujeres con obesidad". El problema aquí es que es difícil saber cómo y por qué. Al fin y al cabo, la obesidad tiene unas comorbilidades muy determinadas que ya de por sí le complican la vida sexual a cualquiera. ¿Cómo saber si los agonistas del GLP-1 actúan sobre la disfunción propiamente dicha o solo sobre las comorbilidades? No muy bien, desde luego. Pero tampoco importa demasiado porque lo que sí sabemos es bastante impresionante: el mismo Sarwer ha seguido a más de un centenar de mujeres durante los meses después de una cirugía bariática y la mejora de la vida sexual es increíblemente alta. ¿Entonces lo de la disfunción eréctil no es verdad? Sí, sí parece verdad. Los pacientes con obesidad que usan semaglutida tienen un riesgo ligeramente mayor de tener disfunción eréctil que el resto. No está muy claro por qué ocurre esto, pero parece ser algo vinculado a una bajada de los niveles de testosterona. Sin embargo, hasta donde sabemos, esto es un problema solo a medias. No porque la disfunción no sea algo grave, sino porque la bajada de peso tiene beneficios asociados (médicos, de forma física y psicosociales) que hacen que la satisfacción general tienda a subir en cualquier caso. Sea como sea, todo esto es un indicio de algo más. Que hay millones de personas consumiendo un producto que (aunque sabemos con bastante certidumbre que es muy seguro) tiene un rosario de efectos secundarios que desconocemos con detalle. No es un problema per se, pero muestra los pros y los contras de una sociedad cada vez más medicalizada, más abierta a la biotecnología, más accesible para fármacos revolucionarios. Imagen | Haberdoedas | Andrea de Santis En Xataka | Ozempic pronto se va a convertir en cosa del pasado: esto es lo que sabemos de la nueva generación de fármacos para la pérdida de peso - La noticia El enorme lío sexual de Ozempic: los estudios le atribuyen disfunción eréctil, quienes lo toman están gozando más que nunca fue publicada originalmente en Xataka por Javier Jiménez .

May 7, 2025 - 16:58
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El enorme lío sexual de Ozempic: los estudios le atribuyen disfunción eréctil, quienes lo toman están gozando más que nunca

El enorme lío sexual de Ozempic: los estudios le atribuyen disfunción eréctil, quienes lo toman están gozando más que nunca

A principios de año, Wired hablaba de Shane Desmond. Desmond (51 años) llevaba unos meses tomando Ozempic, pero ya notaba sus efectos: no solo había perdido 18 kilos, sino que su apetito sexual se había incrementado sensiblemente. Era una de las muchas personas tratadas semaglutida que habían visto cómo su vida sexual se volvía una fiesta.

Sin embargo, un años antes, la revista IJIR: Your Sexual Medicine Journal, publicaba un estudio que asociaba el uso de este tipo de fármacos con la disfucción eréctil.

Todos sabíamos que Ozempic había supuesto todo un 'cambio de paradigma' en los tratamientos anti-obesidad, pero ¿qué estaba pasando con la bragueta?

Una pregunta mucho más difícil de lo que parece. Sobre todo, porque el mundo de la sexualidad, el deseo y sus funciones es algo tremendamente sutil y complejo. Más que otras muchas partes del cuerpo, la verdad. Sabemos que esta medicación mejora la salud cardiaca, las enfermedades renales e incluso los problemas de sueño; pero no tenemos mucha idea de cómo influye en la vida sexual de sus usuarios.

Tenemos teorías, eso sí.

Y de peso. Para empezar, sabemos que la obesidad en sí mismas afecta negativamente a la salud sexual de personas de todos los sexos. Estadísticamente, como señalaba David Sarwer de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Temple, "observamos tasas más elevadas de disfunción sexual [y grado de dificultad para experimentar satisfacción en la actividad sexual] tanto en hombres como en mujeres con obesidad".

El problema aquí es que es difícil saber cómo y por qué. Al fin y al cabo, la obesidad tiene unas comorbilidades muy determinadas que ya de por sí le complican la vida sexual a cualquiera. ¿Cómo saber si los agonistas del GLP-1 actúan sobre la disfunción propiamente dicha o solo sobre las comorbilidades?

No muy bien, desde luego.

Pero tampoco importa demasiado porque lo que sí sabemos es bastante impresionante: el mismo Sarwer ha seguido a más de un centenar de mujeres durante los meses después de una cirugía bariática y la mejora de la vida sexual es increíblemente alta.

¿Entonces lo de la disfunción eréctil no es verdad? Sí, sí parece verdad. Los pacientes con obesidad que usan semaglutida tienen un riesgo ligeramente mayor de tener disfunción eréctil que el resto. No está muy claro por qué ocurre esto, pero parece ser algo vinculado a una bajada de los niveles de testosterona.

Sin embargo, hasta donde sabemos, esto es un problema solo a medias. No porque la disfunción no sea algo grave, sino porque la bajada de peso tiene beneficios asociados (médicos, de forma física y psicosociales) que hacen que la satisfacción general tienda a subir en cualquier caso.

Sea como sea, todo esto es un indicio de algo más. Que hay millones de personas consumiendo un producto que (aunque sabemos con bastante certidumbre que es muy seguro) tiene un rosario de efectos secundarios que desconocemos con detalle.

No es un problema per se, pero muestra los pros y los contras de una sociedad cada vez más medicalizada, más abierta a la biotecnología, más accesible para fármacos revolucionarios.

Imagen | Haberdoedas | Andrea de Santis

En Xataka | Ozempic pronto se va a convertir en cosa del pasado: esto es lo que sabemos de la nueva generación de fármacos para la pérdida de peso

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La noticia El enorme lío sexual de Ozempic: los estudios le atribuyen disfunción eréctil, quienes lo toman están gozando más que nunca fue publicada originalmente en Xataka por Javier Jiménez .