Elon Musk “saludó” al planeta, y ahora Suecia tiene un problema: niños reclutados por ultras a través del móvil
Esta semana contamos cómo la serie Adolescence de Netflix había abierto un encendido debate en Reino Unido en torno a las regulaciones que deberían existir con las redes y el móvil para que los más pequeños no estén expuestos a muchos de los contenidos que se consumen en la red: la llamada cultura digital tóxica. En Suecia están viviendo un peligroso resurgir ultra, y están captando a críos a través de redes sociales. Mensajes como el de Elon Musk están ayudando a ello. Niños ultras. La historia la contaba The Observer el fin de semana. Suecia atraviesa una transformación alarmante en su panorama extremista: la derecha más ultra ha comenzado a reclutar a menores de incluso 10 años, especialmente en regiones como Värmland. Un síntoma impulsado por referentes globales como el presidente Donald Trump o Elon Musk y su famoso gesto de cara a la galería. ¿El problema? Que muchos de estos niños han acabado replicando simbologías nazis sin comprender su alcance, considerándolas meros gestos “cool”. Y esa trivialización es solo la puerta de entrada para el mundo ultra. Como explicaba al medio británico Lars Stiernelöf, sociólogo especializado en grupos extremistas, la verdadera amenaza es que estos menores, aislados y sin el debido apoyo emocional, son un blanco fácil, casi perfecto, para todo tipo de redes violentas que les ofrecen una falsa sensación de pertenencia. En Directo al Paladar Pocos lo saben, pero calentar agua, leche o café en el microondas puede ser contraproducente y peligroso Células invisibles: la mutación. El fenómeno también se explica a través del proceso de cambio de la derecha más radical en la nación. La designación como grupo terrorista del Movimiento de Resistencia Nórdico (NMR) debilitó su estructura, pero dio paso a organizaciones más pequeñas, descentralizadas y difíciles de seguirles el rastro, casos como el de Aktivklubb Sverige o Gym XIV. Hablamos de agrupaciones que utilizan el móvil como anzuelo y las redes sociales y plataformas como TikTok para captar a los críos, previo paso a migrar a espacios digitales cerrados y privados donde intensifican el adoctrinamiento ya iniciado. Su discurso gira en torno a una supuesta “guerra racial inminente” y su actividad combina la formación ideológica con el entrenamiento para la violencia, replicando modelos que ya operan en otras redes internacionales conectadas con la ultraderecha estadounidense y europea. Mejor vulnerables. Además, a diferencia de décadas anteriores, donde predominaban jóvenes con ganas de hacerse notar, hoy los reclutados son adolescentes y niños vulnerables, marcados por la soledad, la desconexión familiar y la falta de integración comunitaria. Esta nueva estrategia ha facilitado la proliferación de lobos solitarios, autores de ataques violentos sin una estructura jerárquica formal, aunque ideológicamente alineados a estos movimientos. Así, la presencia de discursos misóginos, racistas, homófobos y teorías conspirativas como la del “gran reemplazo” son claves centrales en su narrativa, reforzados por figuras mediáticas como las que contamos esta semana a través de personajes como Andrew Tate, quienes funcionan como modelos de masculinidad y supremacismo para estos jóvenes. El epicentro del ultra sueco. En este contexto, el pequeño enclave de Deje se ha convertido en la base para la extrema derecha en Suecia, albergando la sede nacional de los Hammerskins (prohibidos en Alemania) y funcionando como punto de encuentro para NMR y otros grupos internacionales. Explicaba The Observer que, aunque sus números son reducidos, su impacto es significativo gracias a instalaciones dedicadas al adoctrinamiento y entrenamiento, como las que mantenía Gym XIV antes de su clausura por las autoridades. Radicalización digital. No se podría entender este reclutamiento sin la red. De hecho, el Servicio de Seguridad Sueco (Säpo) ha advertido que la radicalización avanza a gran velocidad a través de redes sociales y entornos de videojuegos en los móviles de críos, espacios donde los menores son expuestos a propaganda violenta. Otra vez, la combinación de aislamiento, polarización política y la sofisticación de la maquinaria digital de estos grupos ha generado un entorno perfecto para la expansión de la ultraderecha. En Xataka Una vida en 300 días: los astronautas han vuelto muy distintos del espacio después de un largo periodo fuera del planeta Expansión. El fortalecimiento de la extrema derecha en Suecia no ocurre de forma aislada. Investigadores señalaban al Guardian que tras el acercamiento de la administración Trump y la normalización de ciertos discursos por parte de figuras influyentes como Musk, la ultraderecha internacional ha ganado legitimidad y confianza. La combinación de jóvenes vulnerables y el poder de las plataformas digitales hace el resto, manteniendo

Esta semana contamos cómo la serie Adolescence de Netflix había abierto un encendido debate en Reino Unido en torno a las regulaciones que deberían existir con las redes y el móvil para que los más pequeños no estén expuestos a muchos de los contenidos que se consumen en la red: la llamada cultura digital tóxica. En Suecia están viviendo un peligroso resurgir ultra, y están captando a críos a través de redes sociales. Mensajes como el de Elon Musk están ayudando a ello.
Niños ultras. La historia la contaba The Observer el fin de semana. Suecia atraviesa una transformación alarmante en su panorama extremista: la derecha más ultra ha comenzado a reclutar a menores de incluso 10 años, especialmente en regiones como Värmland. Un síntoma impulsado por referentes globales como el presidente Donald Trump o Elon Musk y su famoso gesto de cara a la galería.
¿El problema? Que muchos de estos niños han acabado replicando simbologías nazis sin comprender su alcance, considerándolas meros gestos “cool”. Y esa trivialización es solo la puerta de entrada para el mundo ultra. Como explicaba al medio británico Lars Stiernelöf, sociólogo especializado en grupos extremistas, la verdadera amenaza es que estos menores, aislados y sin el debido apoyo emocional, son un blanco fácil, casi perfecto, para todo tipo de redes violentas que les ofrecen una falsa sensación de pertenencia.
Células invisibles: la mutación. El fenómeno también se explica a través del proceso de cambio de la derecha más radical en la nación. La designación como grupo terrorista del Movimiento de Resistencia Nórdico (NMR) debilitó su estructura, pero dio paso a organizaciones más pequeñas, descentralizadas y difíciles de seguirles el rastro, casos como el de Aktivklubb Sverige o Gym XIV.
Hablamos de agrupaciones que utilizan el móvil como anzuelo y las redes sociales y plataformas como TikTok para captar a los críos, previo paso a migrar a espacios digitales cerrados y privados donde intensifican el adoctrinamiento ya iniciado. Su discurso gira en torno a una supuesta “guerra racial inminente” y su actividad combina la formación ideológica con el entrenamiento para la violencia, replicando modelos que ya operan en otras redes internacionales conectadas con la ultraderecha estadounidense y europea.
Mejor vulnerables. Además, a diferencia de décadas anteriores, donde predominaban jóvenes con ganas de hacerse notar, hoy los reclutados son adolescentes y niños vulnerables, marcados por la soledad, la desconexión familiar y la falta de integración comunitaria. Esta nueva estrategia ha facilitado la proliferación de lobos solitarios, autores de ataques violentos sin una estructura jerárquica formal, aunque ideológicamente alineados a estos movimientos.
Así, la presencia de discursos misóginos, racistas, homófobos y teorías conspirativas como la del “gran reemplazo” son claves centrales en su narrativa, reforzados por figuras mediáticas como las que contamos esta semana a través de personajes como Andrew Tate, quienes funcionan como modelos de masculinidad y supremacismo para estos jóvenes.
El epicentro del ultra sueco. En este contexto, el pequeño enclave de Deje se ha convertido en la base para la extrema derecha en Suecia, albergando la sede nacional de los Hammerskins (prohibidos en Alemania) y funcionando como punto de encuentro para NMR y otros grupos internacionales.
Explicaba The Observer que, aunque sus números son reducidos, su impacto es significativo gracias a instalaciones dedicadas al adoctrinamiento y entrenamiento, como las que mantenía Gym XIV antes de su clausura por las autoridades.
Radicalización digital. No se podría entender este reclutamiento sin la red. De hecho, el Servicio de Seguridad Sueco (Säpo) ha advertido que la radicalización avanza a gran velocidad a través de redes sociales y entornos de videojuegos en los móviles de críos, espacios donde los menores son expuestos a propaganda violenta.
Otra vez, la combinación de aislamiento, polarización política y la sofisticación de la maquinaria digital de estos grupos ha generado un entorno perfecto para la expansión de la ultraderecha.
Expansión. El fortalecimiento de la extrema derecha en Suecia no ocurre de forma aislada. Investigadores señalaban al Guardian que tras el acercamiento de la administración Trump y la normalización de ciertos discursos por parte de figuras influyentes como Musk, la ultraderecha internacional ha ganado legitimidad y confianza.
La combinación de jóvenes vulnerables y el poder de las plataformas digitales hace el resto, manteniendo el fenómeno activo y en expansión en los márgenes de una sociedad cada vez más fragmentada.
Imagen | Free Range, X
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La noticia
Elon Musk “saludó” al planeta, y ahora Suecia tiene un problema: niños reclutados por ultras a través del móvil
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Xataka Móvil
por
Miguel Jorge
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