Francia lo tiene claro: quiere un ejército de robots
No es una hipótesis lejana ni un experimento aislado: el ejército francés planea desplegar robots militares en 2040, con los primeros prototipos listos para entrar en acción en 2028. Así lo ha confirmado el general Bruno Baratz, responsable de programas de combate futuro, en declaraciones recogidas por Futurism. Los ensayos ya han comenzado, con pruebas que simulan situaciones reales de combate.Baratz explica que los nuevos sistemas incluirán vehículos terrestres con funciones de vigilancia, reparación remota y desminado, capaces de operar de forma autónoma o teledirigida. Esta iniciativa forma parte del proceso de modernización militar del país, pensado para escenarios de “alta intensidad”, una preocupación creciente desde el inicio de la guerra en Ucrania.Robots militares: una apuesta que se aceleraAunque Emmanuel Macron ha descartado intervenir directamente en ese conflicto, Francia está invirtiendo en nuevas capacidades tecnológicas. Otras potencias también avanzan en esta línea, como los robots NERVA-LG integrados por las fuerzas especiales de Estados Unidos, diseñados para tareas de reconocimiento en entornos hostiles.Entre 2021 y 2023, las startups de defensa en EE. UU. recibieron 100.000 millones de dólares de capital riesgo, una cifra que subraya la apuesta global por la automatización militar. Francia no quiere quedarse atrás y busca posicionarse como actor relevante en este nuevo escenario.Sin embargo, esta estrategia genera preguntas. La retirada de tropas francesas de Chad, Burkina Faso y Níger ha llevado a algunos analistas a plantear si se trata de un cambio hacia operaciones menos visibles. Casos como el uso de drones de vigilancia en República Centroafricana o las transferencias de armamento a Guyana alimentan esa interpretación.Tony Maffeis, jefe técnico del ejército, insiste en que estos sistemas deben “facilitar el combate, no complicarlo”, aunque no ha detallado cuándo ni dónde se desplegarán. Mientras tanto, Rusia trabaja en convertir sus tanques T-72B3 en unidades autónomas, armadas con inteligencia artificial, cañones y misiles.Francia se une así a una tendencia que gana fuerza: el uso de inteligencia artificial en entornos bélicos. El ejemplo más extremo es el proyecto estadounidense para desarrollar robots capaces de tomar decisiones letales sin intervención humana, una posibilidad que preocupa a organismos defensores de derechos humanos.Por ahora, París no ha aclarado qué normas éticas aplicará ni cómo garantizará el control humano en situaciones críticas. Este vacío legal abre un debate necesario sobre el uso responsable de la tecnología en conflictos armados. Al mismo tiempo, prototipos como el robot G1, que resiste impactos y lucha cuerpo a cuerpo, muestran hasta qué punto esta evolución ya es tangible.Francia busca liderar esta nueva fase militar, pero el reto no será solo técnico: hará falta transparencia institucional, una normativa clara y mecanismos de supervisión accesibles. La opinión pública también tendrá un papel importante. El reloj avanza, y 2040, la fecha marcada para estos despliegues, se acerca a ritmo constante.El artículo Francia lo tiene claro: quiere un ejército de robots fue publicado originalmente en Andro4all.
No es una hipótesis lejana ni un experimento aislado: el ejército francés planea desplegar robots militares en 2040, con los primeros prototipos listos para entrar en acción en 2028. Así lo ha confirmado el general Bruno Baratz, responsable de programas de combate futuro, en declaraciones recogidas por Futurism. Los ensayos ya han comenzado, con pruebas que simulan situaciones reales de combate.
Baratz explica que los nuevos sistemas incluirán vehículos terrestres con funciones de vigilancia, reparación remota y desminado, capaces de operar de forma autónoma o teledirigida. Esta iniciativa forma parte del proceso de modernización militar del país, pensado para escenarios de “alta intensidad”, una preocupación creciente desde el inicio de la guerra en Ucrania.
Robots militares: una apuesta que se acelera
Aunque Emmanuel Macron ha descartado intervenir directamente en ese conflicto, Francia está invirtiendo en nuevas capacidades tecnológicas. Otras potencias también avanzan en esta línea, como los robots NERVA-LG integrados por las fuerzas especiales de Estados Unidos, diseñados para tareas de reconocimiento en entornos hostiles.
Entre 2021 y 2023, las startups de defensa en EE. UU. recibieron 100.000 millones de dólares de capital riesgo, una cifra que subraya la apuesta global por la automatización militar. Francia no quiere quedarse atrás y busca posicionarse como actor relevante en este nuevo escenario.
Sin embargo, esta estrategia genera preguntas. La retirada de tropas francesas de Chad, Burkina Faso y Níger ha llevado a algunos analistas a plantear si se trata de un cambio hacia operaciones menos visibles. Casos como el uso de drones de vigilancia en República Centroafricana o las transferencias de armamento a Guyana alimentan esa interpretación.
Tony Maffeis, jefe técnico del ejército, insiste en que estos sistemas deben “facilitar el combate, no complicarlo”, aunque no ha detallado cuándo ni dónde se desplegarán. Mientras tanto, Rusia trabaja en convertir sus tanques T-72B3 en unidades autónomas, armadas con inteligencia artificial, cañones y misiles.
Francia se une así a una tendencia que gana fuerza: el uso de inteligencia artificial en entornos bélicos. El ejemplo más extremo es el proyecto estadounidense para desarrollar robots capaces de tomar decisiones letales sin intervención humana, una posibilidad que preocupa a organismos defensores de derechos humanos.
Por ahora, París no ha aclarado qué normas éticas aplicará ni cómo garantizará el control humano en situaciones críticas. Este vacío legal abre un debate necesario sobre el uso responsable de la tecnología en conflictos armados. Al mismo tiempo, prototipos como el robot G1, que resiste impactos y lucha cuerpo a cuerpo, muestran hasta qué punto esta evolución ya es tangible.
Francia busca liderar esta nueva fase militar, pero el reto no será solo técnico: hará falta transparencia institucional, una normativa clara y mecanismos de supervisión accesibles. La opinión pública también tendrá un papel importante. El reloj avanza, y 2040, la fecha marcada para estos despliegues, se acerca a ritmo constante.
El artículo Francia lo tiene claro: quiere un ejército de robots fue publicado originalmente en Andro4all.
