Sam Altman, CEO de OpenAI, confiesa haber exagerado en su propaganda: "Me arrepiento totalmente de algunas de las palabras que usamos"

Las polémicas declaraciones del pasado vuelven para morder a Sam Altman. El CEO de OpenAI, empresa creadora de ChatGPT, ha dado un golpe en la mesa al confesar en una reciente entrevista que se arrepiente del lenguaje exagerado que la compañía utilizó en comunicaciones anteriores, especialmente al hablar sobre los posibles peligros de sus modelos de IA. Un giro inesperado que llega justo cuando la empresa está en el punto de mira por haberse alejado de la filosofía de apertura que, irónicamente, le dio nombre.En una charla a fondo con Stratechery, Altman se moja sobre varios aspectos del desarrollo de OpenAI y su polémica metamorfosis desde una ONG hasta convertirse en un gigante tecnológico valorado en miles de millones. "Totalmente me arrepiento de parte del lenguaje alarmista que empleamos en el pasado" reconoció sin tapujos el directivo, admitiendo que entiende por qué mucha gente vio en sus comunicaciones un simple truco para acaparar titulares.De la alarma a la autocrítica: OpenAI recalibra su mensajeLa confesión se centra específicamente en cómo OpenAI vendió los riesgos de GPT-2 en 2019, cuando la empresa decidió no liberar el código completo del modelo escudándose en problemas de seguridad. Esta decisión provocó un aluvión de críticas por ir en contra del espíritu abierto que prometía su nombre, y ahora Altman parece darles la razón a quienes le criticaron al admitir que ese tono catastrofista acabó siendo un tiro en el pie para la imagen pública de la tecnología.Este mea culpa cobra más fuerza si recordamos que hace apenas dos meses Altman reconoció en Reddit que OpenAI "metió la pata hasta el fondo" al no apostar por el código abierto, mientras ve cómo competidores como DeepSeek le comen terreno con modelos gratuitos que están arrasando. Un bandazo que deja en evidencia las contradicciones de una organización que arrancó con aires de salvar el mundo."Cuando empezamos OpenAI, era un laboratorio de investigación sin idea, ni siquiera un boceto de idea", confiesa Altman en la entrevista. El cambio desde aquellos primeros días hasta su actual estructura empresarial ha sido brutal, sobre todo después de la enorme cantidad de mil millones de dólares que Microsoft metió en sus arcas en 2019, sellando un giro comercial que muchos vieron como una puñalada a los ideales con los que nació.El jefazo también ha tenido que lidiar con la difícil tarea de ser multimillonario en Silicon Valley. En declaraciones anteriores, Altman se sinceró sobre lo complicado que resulta gestionar la imagen pública cuando tienes tanto dinero: "Todo el mundo te odia por todo", soltó a bocajarro, dejando entrever el peso personal que supone dirigir una de las empresas tecnológicas que más están dando que hablar.¿Regreso a los orígenes? OpenAI considera volver a la aperturaDeepSeek ha actuado como una fuerza disruptora en el mundo de las IA, siendo totalmente gratuita y de código abiertoLo que nadie se esperaba de la entrevista es que Altman dejara caer la posibilidad de volver a sus raíces. Cuando le preguntaron si liberar los modelos gratuitamente sería una forma de calmar las aguas, el CEO respondió sin rodeos: "Sí, creo que deberíamos apostar por esa dirección". Esta bomba sugiere un cambio de rumbo en un momento en que rivales como DeepSeek están ganando adeptos a mansalva ofreciendo modelos punteros sin coste.El mandamás también soltó la liebre de que la versión gratuita de ChatGPT recibirá GPT-5, sugiriendo que tienen novedades muy grandes en el horno. Este movimiento podría responder al creciente uso de ChatGPT como asistente del día a día, especialmente tras su reciente desembarco en dispositivos Android donde planta cara directamente a Gemini.En medio de este baile de contradicciones, Altman sigue vendiendo optimismo sobre cómo la IA cambiará el día a día en el trabajo. En febrero del año pasado, defendió a capa y espada que su tecnología traerá una "edad dorada llena de oportunidades" para los jóvenes, pese a los miedos de que los robots puedan reemplazar a la fuerza laboral humana. "No es cuestión de supervivencia, vais a vivir la mejor época de la humanidad", prometió entonces con desparpajo.Las palabras de Altman destapan las tensiones de quien empezó vendiendo una visión casi hippie y ahora tiene que bailar al son de los millones. Su confesión sobre el alarmismo pasado huele a cambio de estrategia frente a competidores que están siendo más fieles a los ideales originales. Si OpenAI de verdad vuelve a modelos más accesibles y transparentes, como insinúa su CEO, podríamos ver no solo un terremoto en el mercado sino un giro de timón en cómo se desarrolla la inteligencia artificial generativa en todo el mundo.El artículo Sam Altman, CEO de OpenAI, confiesa haber exagerado en su propaganda: "Me arrepiento totalmente de algunas de las palabras que usamos" fue publicado originalmente en Andro4all.

Mar 30, 2025 - 10:17
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Sam Altman, CEO de OpenAI, confiesa haber exagerado en su propaganda: "Me arrepiento totalmente de algunas de las palabras que usamos"

Las polémicas declaraciones del pasado vuelven para morder a Sam Altman. El CEO de OpenAI, empresa creadora de ChatGPT, ha dado un golpe en la mesa al confesar en una reciente entrevista que se arrepiente del lenguaje exagerado que la compañía utilizó en comunicaciones anteriores, especialmente al hablar sobre los posibles peligros de sus modelos de IA. Un giro inesperado que llega justo cuando la empresa está en el punto de mira por haberse alejado de la filosofía de apertura que, irónicamente, le dio nombre.

En una charla a fondo con Stratechery, Altman se moja sobre varios aspectos del desarrollo de OpenAI y su polémica metamorfosis desde una ONG hasta convertirse en un gigante tecnológico valorado en miles de millones. "Totalmente me arrepiento de parte del lenguaje alarmista que empleamos en el pasado" reconoció sin tapujos el directivo, admitiendo que entiende por qué mucha gente vio en sus comunicaciones un simple truco para acaparar titulares.

De la alarma a la autocrítica: OpenAI recalibra su mensaje

La confesión se centra específicamente en cómo OpenAI vendió los riesgos de GPT-2 en 2019, cuando la empresa decidió no liberar el código completo del modelo escudándose en problemas de seguridad. Esta decisión provocó un aluvión de críticas por ir en contra del espíritu abierto que prometía su nombre, y ahora Altman parece darles la razón a quienes le criticaron al admitir que ese tono catastrofista acabó siendo un tiro en el pie para la imagen pública de la tecnología.

Este mea culpa cobra más fuerza si recordamos que hace apenas dos meses Altman reconoció en Reddit que OpenAI "metió la pata hasta el fondo" al no apostar por el código abierto, mientras ve cómo competidores como DeepSeek le comen terreno con modelos gratuitos que están arrasando. Un bandazo que deja en evidencia las contradicciones de una organización que arrancó con aires de salvar el mundo.

"Cuando empezamos OpenAI, era un laboratorio de investigación sin idea, ni siquiera un boceto de idea", confiesa Altman en la entrevista. El cambio desde aquellos primeros días hasta su actual estructura empresarial ha sido brutal, sobre todo después de la enorme cantidad de mil millones de dólares que Microsoft metió en sus arcas en 2019, sellando un giro comercial que muchos vieron como una puñalada a los ideales con los que nació.

El jefazo también ha tenido que lidiar con la difícil tarea de ser multimillonario en Silicon Valley. En declaraciones anteriores, Altman se sinceró sobre lo complicado que resulta gestionar la imagen pública cuando tienes tanto dinero: "Todo el mundo te odia por todo", soltó a bocajarro, dejando entrever el peso personal que supone dirigir una de las empresas tecnológicas que más están dando que hablar.

¿Regreso a los orígenes? OpenAI considera volver a la apertura

Sam Altman, CEO de OpenAI, confiesa haber exagerado en su propaganda: "Me arrepiento totalmente de algunas de las palabras que usamos"

DeepSeek ha actuado como una fuerza disruptora en el mundo de las IA, siendo totalmente gratuita y de código abierto

Lo que nadie se esperaba de la entrevista es que Altman dejara caer la posibilidad de volver a sus raíces. Cuando le preguntaron si liberar los modelos gratuitamente sería una forma de calmar las aguas, el CEO respondió sin rodeos: "Sí, creo que deberíamos apostar por esa dirección". Esta bomba sugiere un cambio de rumbo en un momento en que rivales como DeepSeek están ganando adeptos a mansalva ofreciendo modelos punteros sin coste.

El mandamás también soltó la liebre de que la versión gratuita de ChatGPT recibirá GPT-5, sugiriendo que tienen novedades muy grandes en el horno. Este movimiento podría responder al creciente uso de ChatGPT como asistente del día a día, especialmente tras su reciente desembarco en dispositivos Android donde planta cara directamente a Gemini.

En medio de este baile de contradicciones, Altman sigue vendiendo optimismo sobre cómo la IA cambiará el día a día en el trabajo. En febrero del año pasado, defendió a capa y espada que su tecnología traerá una "edad dorada llena de oportunidades" para los jóvenes, pese a los miedos de que los robots puedan reemplazar a la fuerza laboral humana. "No es cuestión de supervivencia, vais a vivir la mejor época de la humanidad", prometió entonces con desparpajo.

Las palabras de Altman destapan las tensiones de quien empezó vendiendo una visión casi hippie y ahora tiene que bailar al son de los millones. Su confesión sobre el alarmismo pasado huele a cambio de estrategia frente a competidores que están siendo más fieles a los ideales originales. Si OpenAI de verdad vuelve a modelos más accesibles y transparentes, como insinúa su CEO, podríamos ver no solo un terremoto en el mercado sino un giro de timón en cómo se desarrolla la inteligencia artificial generativa en todo el mundo.

El artículo Sam Altman, CEO de OpenAI, confiesa haber exagerado en su propaganda: "Me arrepiento totalmente de algunas de las palabras que usamos" fue publicado originalmente en Andro4all.