Guardaba las patatas junto con las cebollas hasta que descubrí que lo estaba haciendo mal. Esto es lo que aprendí
En muchas cocinas y despensas el espacio suele ser limitado, lo que nos lleva a adoptar costumbres que no siempre son las más adecuadas. Un ejemplo muy habitual es guardar patatas y cebollas en el mismo lugar para ahorrar espacio. De hecho, es probable que en tu casa lo hagas o que hayas visto a algún familiar hacerlo. Es una práctica bastante común almacenar patatas y cebollas juntas. Y aunque en una tortilla forman una combinación deliciosa, merece la pena preguntarse si realmente es acertado mantenerlas juntas a la hora de guardarlas. Es cierto que ni las patatas ni las cebollas necesitan refrigeración, lo que permite conservarlas perfectamente fuera del frigorífico. Pero, ¿es aconsejable guardarlas en el mismo sitio? Y, sobre todo, ¿por qué lo hacemos con estos alimentos y no con otros? ¿Por qué no conviene guardarlas juntas? Ver esta publicación en Instagram Una publicación compartida de Cristina Lora | Seguridad alimentaria para humanos (@nutret_divulgacion) En este caso, hablamos de una convivencia poco recomendable. No es adecuado almacenar patatas y cebollas juntas durante periodos prolongados, ya que ambos son alimentos climatéricos: emiten etileno, un gas que acelera su maduración y, como resultado, provoca que se estropeen antes de lo previsto. En resumen: compartir el mismo espacio acorta su vida útil y perjudica su calidad. Por eso, lo más recomendable es asignarles espacios separados en casa. Lo ideal es colocar las patatas en una cesta y las cebollas en otra, lo que ayudará a mantenerlas frescas por más tiempo, evitará que se deterioren antes de lo esperado y reducirá el desperdicio de alimentos. Cómo conservar bien patatas y cebollas Imagen | Bernard Buyse en Unsplash Para conservar en buen estado estos dos alimentos, lo primero que debemos hacer es evitar acumular grandes cantidades. Lo ideal es comprar solo lo necesario para el corto plazo, de modo que no tengamos que almacenar comida durante demasiado tiempo, reduciendo así el riesgo de que se eche a perder. Además, hay otros consejos que puedes seguir para alargar su duración y mejorar su conservación: lo más importante es no dejar las patatas dentro de la bolsa de plástico en la que suelen entregártelas en la frutería, ya que esto impide la correcta ventilación. Lo más recomendable es utilizar bolsas de tela o, mejor aún, bolsas de malla, que permiten una óptima circulación del aire. En Xataka Smart Home El truco definitivo para tener unas patatas fritas doradas y crujientes en la air fryer. Las abuelas ya lo usaban con las sartenes También es aconsejable almacenar las patatas y las cebollas en cestas de madera o mimbre, evitando tanto la exposición directa al sol como el almacenamiento en completa oscuridad; lo ideal es mantenerlas en un lugar en penumbra, con temperaturas de entre 7 y 15 grados para las patatas y de 4 a 10 grados para las cebollas. Si tienes la posibilidad, lo mejor es guardarlas en zonas frescas de la casa, como la despensa, el sótano o incluso el garaje. Por último, si notas que alguna pieza empieza a estropearse, retírala cuanto antes para evitar que afecte al resto. Lo más conveniente es revisar periódicamente su estado para identificar y solucionar cualquier problema a tiempo. Imagen | Monika Stawowy en Unsplash En el caso de patatas con brotes hay que tener especial cuidado y es que surge la duda ¿se pueden pelar y usar, o mejor tirarlas? Según Melva Zerkoune , nutricionista de Banner Health, las patatas, al ser organismos vivos, permanecen en reposo tras la cosecha, pero con el tiempo y bajo ciertas condiciones comienzan a brotar. Este proceso libera etileno y puede producir solanina, una sustancia tóxica que se concentra en los brotes, la piel verde y, en menor medida, en el interior. Consumir patatas con niveles altos de solanina puede causar desde malestar estomacal y vómitos hasta dolores de cabeza, confusión o fiebre, siendo especialmente peligroso para embarazadas, niños y personas mayores. Si quieres consumirlas con seguridad comprueba primero su estado: si están firmes y sin zonas verdes, bastará con retirar los pequeños brotes y pelarlas bien, quitando también una capa de pulpa. Si tienen brotes largos, manchas verdes, están blandas o arrugadas, lo mejor es desecharlas. Si los brotes son pequeños y las patatas están en buen estado, puedes aprovecharlas tras retirar las partes afectadas. Pero si tienes dudas o los signos de deterioro son evidentes, lo más prudente es desecharlas para evitar riesgos. Consejos extra Si por alguna razón tienes que guardar patatas ya peladas (aunque no es lo más recomendable), sumérgelas en un bol con agua y un poco de jugo de limón. Antes de cocinarlas, asegúrate de secarlas bien con un pa

En muchas cocinas y despensas el espacio suele ser limitado, lo que nos lleva a adoptar costumbres que no siempre son las más adecuadas. Un ejemplo muy habitual es guardar patatas y cebollas en el mismo lugar para ahorrar espacio.
De hecho, es probable que en tu casa lo hagas o que hayas visto a algún familiar hacerlo. Es una práctica bastante común almacenar patatas y cebollas juntas. Y aunque en una tortilla forman una combinación deliciosa, merece la pena preguntarse si realmente es acertado mantenerlas juntas a la hora de guardarlas.
Es cierto que ni las patatas ni las cebollas necesitan refrigeración, lo que permite conservarlas perfectamente fuera del frigorífico. Pero, ¿es aconsejable guardarlas en el mismo sitio? Y, sobre todo, ¿por qué lo hacemos con estos alimentos y no con otros?
¿Por qué no conviene guardarlas juntas?
En este caso, hablamos de una convivencia poco recomendable. No es adecuado almacenar patatas y cebollas juntas durante periodos prolongados, ya que ambos son alimentos climatéricos: emiten etileno, un gas que acelera su maduración y, como resultado, provoca que se estropeen antes de lo previsto. En resumen: compartir el mismo espacio acorta su vida útil y perjudica su calidad.
Por eso, lo más recomendable es asignarles espacios separados en casa. Lo ideal es colocar las patatas en una cesta y las cebollas en otra, lo que ayudará a mantenerlas frescas por más tiempo, evitará que se deterioren antes de lo esperado y reducirá el desperdicio de alimentos.
Cómo conservar bien patatas y cebollas
Para conservar en buen estado estos dos alimentos, lo primero que debemos hacer es evitar acumular grandes cantidades. Lo ideal es comprar solo lo necesario para el corto plazo, de modo que no tengamos que almacenar comida durante demasiado tiempo, reduciendo así el riesgo de que se eche a perder.
Además, hay otros consejos que puedes seguir para alargar su duración y mejorar su conservación: lo más importante es no dejar las patatas dentro de la bolsa de plástico en la que suelen entregártelas en la frutería, ya que esto impide la correcta ventilación. Lo más recomendable es utilizar bolsas de tela o, mejor aún, bolsas de malla, que permiten una óptima circulación del aire.
También es aconsejable almacenar las patatas y las cebollas en cestas de madera o mimbre, evitando tanto la exposición directa al sol como el almacenamiento en completa oscuridad; lo ideal es mantenerlas en un lugar en penumbra, con temperaturas de entre 7 y 15 grados para las patatas y de 4 a 10 grados para las cebollas. Si tienes la posibilidad, lo mejor es guardarlas en zonas frescas de la casa, como la despensa, el sótano o incluso el garaje.
Por último, si notas que alguna pieza empieza a estropearse, retírala cuanto antes para evitar que afecte al resto. Lo más conveniente es revisar periódicamente su estado para identificar y solucionar cualquier problema a tiempo.
En el caso de patatas con brotes hay que tener especial cuidado y es que surge la duda ¿se pueden pelar y usar, o mejor tirarlas? Según Melva Zerkoune , nutricionista de Banner Health, las patatas, al ser organismos vivos, permanecen en reposo tras la cosecha, pero con el tiempo y bajo ciertas condiciones comienzan a brotar. Este proceso libera etileno y puede producir solanina, una sustancia tóxica que se concentra en los brotes, la piel verde y, en menor medida, en el interior. Consumir patatas con niveles altos de solanina puede causar desde malestar estomacal y vómitos hasta dolores de cabeza, confusión o fiebre, siendo especialmente peligroso para embarazadas, niños y personas mayores.
Si quieres consumirlas con seguridad comprueba primero su estado: si están firmes y sin zonas verdes, bastará con retirar los pequeños brotes y pelarlas bien, quitando también una capa de pulpa. Si tienen brotes largos, manchas verdes, están blandas o arrugadas, lo mejor es desecharlas.
Si los brotes son pequeños y las patatas están en buen estado, puedes aprovecharlas tras retirar las partes afectadas. Pero si tienes dudas o los signos de deterioro son evidentes, lo más prudente es desecharlas para evitar riesgos.
Consejos extra
Si por alguna razón tienes que guardar patatas ya peladas (aunque no es lo más recomendable), sumérgelas en un bol con agua y un poco de jugo de limón. Antes de cocinarlas, asegúrate de secarlas bien con un paño limpio.
No laves las patatas antes de guardarlas y procura que no estén demasiado apiladas para que puedan airearse bien.
En Xataka SmartHome | Aprovechó el hueco junto al frigo para hacerse una enorme e ingeniosa despensa: el espacio de almacenaje dejó de ser un problema
-
La noticia
Guardaba las patatas junto con las cebollas hasta que descubrí que lo estaba haciendo mal. Esto es lo que aprendí
fue publicada originalmente en
Xataka Smart Home
por
Jose Antonio Carmona
.