Parece increíble, pero hace 100 años había ventiladores que funcionaban sin electricidad ni cables: estas eran sus fuentes de energía

En el mercado actual tenemos a nuestra disposición multitud de ventiladores, ya sean de pie, de techo o de suelo, todos ellos con distintas características pero con una cosa en común: necesitan electricidad para funcionar. Sin embargo, hubo un tiempo en el que nuestros antepasados también podían disfrutar de la refrescante sensación del aire en sus cuerpos gracias a aparatos mecánicos que no necesitaban enchufes de ningún tipo ni gastaban luz. ¿Cómo era posible? En Xataka Smart Home Ventilador de pie vs. ventilador de suelo: qué gasta más y qué da más fresquito Ventiladores a cuerda Aunque ya había modelos mecánicos más antiguos, a comienzos del siglo XX se popularizaron los ventiladores que funcionaban a cuerda, como los relojes, siendo una opción para familias pudientes y de clase media-alta que podían acceder a sistemas de refrigeración básicos pero efectivos. Destacaron por ejemplo los modelos de E. Paillard & Co. en Suiza en la década de 1910 como el que tenemos en el vídeo adjunto sobre estas líneas, aparatos con un ingenioso sistema mecánico al que había que dar cuerda manualmente como a los relojes de la época, y que gracias a ella podía mover sus aspas procurando cierto frescor. Como podemos imaginar y comprobar por los vídeos disponibles, estos ventiladores no alcanzaban la potencia o capacidades de mover aire que los actuales con motores eléctricos, pero supusieron una interesante alternativa a los métodos manuales y prometían funcionar unos 30 minutos con cada recarga de cuerda que les daban. Eran equipos robustos, con metales duraderos que de hecho han perdurado en el tiempo y hay algunos que siguen funcionando más de 100 años después de su fabricación. Ventiladores con motor Stirling Otra de las tendencias más destacadas en ventiladores sin electricidad la tenemos en los que montaban lo que se conoce como un motor Stirling. Se trata es un motor térmico que funciona mediante la expansión y contracción cíclica del aire u otro gas al exponerlo a diferentes temperaturas, lo que da como resultado una conversión neta de energía térmica en trabajo mecánico. Como podemos ver en los vídeos de estos modelos de principios del siglo XX, la idea es tener un combustible con el que calentar el aire que asciende y mueve los engranajes esta vez sin tener que darle cuerda, aunque lógicamente a costa de esta materia prima inflamable. No usaban electricidad pero requerían la utilización de un combustible como podía ser aceite o alcohol de quemar que era necesario ir renovando de vez en cuando para mantener en funcionamiento el ventilador. Podían llegar a tener más potencia que los modelos a cuerda y finalmente fueron reemplazados por los motores eléctricos más eficientes y que no generaban tanto calor durante su funcionamiento, principal problema con estos aparatos puesto que la brisa producida era algo más caliente que la temperatura ambiental original. Aún así, eran aparatos en general robustos con piezas mecánicas sólidas que siguen funcionando mucho tiempo después y que suponen una alternativa para regiones donde no hay posibilidad de contar con suministro eléctrico. Más información | Ecoinventos | @riderericsson en YouTube Imagen portada | @riderericsson en YouTube En Xataka Smart Home | Refrigeradores compactos personales: qué son, para qué sirven, cómo funcionan, ventajas e inconvenientes - La noticia Parece increíble, pero hace 100 años había ventiladores que funcionaban sin electricidad ni cables: estas eran sus fuentes de energía fue publicada originalmente en Xataka Smart Home por Paco Rodríguez .

May 2, 2025 - 08:20
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Parece increíble, pero hace 100 años había ventiladores que funcionaban sin electricidad ni cables: estas eran sus fuentes de energía

Parece increíble, pero hace 100 años había ventiladores que funcionaban sin electricidad ni cables: estas eran sus fuentes de energía

En el mercado actual tenemos a nuestra disposición multitud de ventiladores, ya sean de pie, de techo o de suelo, todos ellos con distintas características pero con una cosa en común: necesitan electricidad para funcionar.

Sin embargo, hubo un tiempo en el que nuestros antepasados también podían disfrutar de la refrescante sensación del aire en sus cuerpos gracias a aparatos mecánicos que no necesitaban enchufes de ningún tipo ni gastaban luz. ¿Cómo era posible?

Ventiladores a cuerda

Aunque ya había modelos mecánicos más antiguos, a comienzos del siglo XX se popularizaron los ventiladores que funcionaban a cuerda, como los relojes, siendo una opción para familias pudientes y de clase media-alta que podían acceder a sistemas de refrigeración básicos pero efectivos.

Destacaron por ejemplo los modelos de E. Paillard & Co. en Suiza en la década de 1910 como el que tenemos en el vídeo adjunto sobre estas líneas, aparatos con un ingenioso sistema mecánico al que había que dar cuerda manualmente como a los relojes de la época, y que gracias a ella podía mover sus aspas procurando cierto frescor.

Como podemos imaginar y comprobar por los vídeos disponibles, estos ventiladores no alcanzaban la potencia o capacidades de mover aire que los actuales con motores eléctricos, pero supusieron una interesante alternativa a los métodos manuales y prometían funcionar unos 30 minutos con cada recarga de cuerda que les daban.

Eran equipos robustos, con metales duraderos que de hecho han perdurado en el tiempo y hay algunos que siguen funcionando más de 100 años después de su fabricación.

Ventiladores con motor Stirling

Otra de las tendencias más destacadas en ventiladores sin electricidad la tenemos en los que montaban lo que se conoce como un motor Stirling. Se trata es un motor térmico que funciona mediante la expansión y contracción cíclica del aire u otro gas al exponerlo a diferentes temperaturas, lo que da como resultado una conversión neta de energía térmica en trabajo mecánico.

Como podemos ver en los vídeos de estos modelos de principios del siglo XX, la idea es tener un combustible con el que calentar el aire que asciende y mueve los engranajes esta vez sin tener que darle cuerda, aunque lógicamente a costa de esta materia prima inflamable.

No usaban electricidad pero requerían la utilización de un combustible como podía ser aceite o alcohol de quemar que era necesario ir renovando de vez en cuando para mantener en funcionamiento el ventilador.

Podían llegar a tener más potencia que los modelos a cuerda y finalmente fueron reemplazados por los motores eléctricos más eficientes y que no generaban tanto calor durante su funcionamiento, principal problema con estos aparatos puesto que la brisa producida era algo más caliente que la temperatura ambiental original.

Aún así, eran aparatos en general robustos con piezas mecánicas sólidas que siguen funcionando mucho tiempo después y que suponen una alternativa para regiones donde no hay posibilidad de contar con suministro eléctrico.

Más información | Ecoinventos | @riderericsson en YouTube

Imagen portada | @riderericsson en YouTube

En Xataka Smart Home | Refrigeradores compactos personales: qué son, para qué sirven, cómo funcionan, ventajas e inconvenientes



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La noticia Parece increíble, pero hace 100 años había ventiladores que funcionaban sin electricidad ni cables: estas eran sus fuentes de energía fue publicada originalmente en Xataka Smart Home por Paco Rodríguez .