ChatGPT transforma lo que quieras al estilo Ghibli. No sería capaz si no hubiera infringido los derechos de autor

Studio Ghibli está ahora mismo en todas partes, pero no porque haya sacado una nueva película de animación. La generación de imágenes del modelo GPT-4o ha resultado ser tan espectacular que es capaz de generar una versión de cualquier foto con el estilo creado por Hayao Miyazaki desde cualquier teléfono móvil. Otras inteligencias artificiales consiguen resultados dispares al intentarlo (incluyendo opciones gratuitas), pero todas están lejos de conseguir el mismo que el modelo de ChatGPT. Esta precisión al recrear un estilo tan personal y característico no es arte de magia. Ocurre igual que en el caso de Gemini Flash 2.0 y las marcas de agua: el modelo en sí no está diseñado específicamente para recrear el estilo del estudio japonés, pero es capaz de hacerlo sin problemas. Detrás de ello hay un profundo aprendizaje que, aunque no es ilegal, genera muchas dudas cuando lo enfrentamos a los derechos de autor. Una generación de imágenes muy buena que se mueve en una zona gris Esta posibilidad que nos brinda ChatGPT (de momento, solo pagando) es interesante y, para qué engañarnos, muy divertida. Solo que hay que echar un vistazo a las redes sociales para ver la ingente cantidad de memes y otras estampas convertidas al estilo del estudio. ¿Cómo es posible que la IA lo haga con tanta soltura? Porque ha sido muy bien enseñada. En Xataka Móvil Cuando te digan que la IA nos va a quitar el trabajo recuerda esto: todavía no es capaz de pasarse Pokémon, literalmente ChatGPT ha sido entrenado a conciencia con una tonelada de datos de todo tipo procedentes de Internet. Aquí estamos hablando de libros, publicaciones en redes sociales, artículos académicos, etc. Todo está en Internet y es de libre acceso, cualquiera lo tiene a mano. Aquí el problema es que eso no implica que sea contenido libre de derechos de autor, por lo que todo se mueve en una zona gris donde parece que estos derechos se diluyen. Pulsa en la imagen para ir a la publicación. ¿Qué dice Open AI sobre esto? Un portavoz de la compañía ha dicho al portal TechCrunch que ChatGPT se niega a replicar "el estilo de artistas vivos individuales", pero sí que permite replicar "estilos de estudio más amplios". Esto es bastante curioso en este caso en concreto, puesto que este estilo tan característico de Studio Ghibli siempre se ha atribuido a su fundador, que sigue vivo. Aquí se podría llegar a argumentar que un estilo de dibujo no tiene derechos de autor ninguno y así es. El estudio no puede evitar que alguien reproduzca una imagen con su estilo característico, pero ese no es el eje de la cuestión. La clave es cómo se han tenido que usar las obras del estudio para que ChatGPT sea capaz de recrear el estudio, algo que no sería posible si el modelo no hubiera sido entrenado con miles de fotogramas del Studio Ghibli. Algo que, curiosamente, es legal en Japón. Pulsa en la imagen para ir a la publicación. No sabemos cómo se lo habrán tomado en el seno del estudio, aunque nos podemos hacer una idea si echamos un vistazo atrás hasta 2016, cuando Miyazaki reaccionó a una demo generada por IA. Al final del mismo, los creadores de la demostración dicen abiertamente que su objetivo es "crear una IA que sea capaz de dibujar como un humano". El director termina diciendo que "los humanos estamos perdiendo la fe en nosotros mismos". Es obvio que este tipo de herramientas son geniales para desatar nuestra creatividad, pero también tienen su lado oscuro. A este hace referencia Emanuel Sá, cofundador del software Sketch, que reacciona al hecho de que el propio Sam Altman, director de Open AI, haya cambiado su avatar de X por una de estas versiones al estilo Ghibli hecha con ChatGPT. Para él, existe una infracción de derechos de autor que juega en contra de un estudio que facturará en toda su historia una fracción de lo que genera Open AI en un solo año. Pulsa en la imagen para ir a la publicación. Poder disfrutar de estas u otras funciones de inteligencia artificial no sería posible sin que estas fueran entrenadas de esta forma. Ahí se abre una batalla entre una necesidad si queremos seguir exprimiendo la tecnología y una brecha ante los derechos de autor. Entre esos dos elementos hay una zona gris que de momento no ha provocado ningún tipo de repercusiones legales para empresas como Open AI. Estas imágenes estilo Ghibli son solo un capítulo más de esta guerra que está, de momento, condenado a repetirse. Imagen | @Barsee En Xataka Móvil | Cuando te digan que la IA nos va a quitar el trabajo recuerda esto: todavía no es capaz de pasarse Pokémon, literalmente En Xataka Móvil | Hay influencers en Instagram sexualizando el síndrome de Down para monetizarlo. Y la gente no

Mar 27, 2025 - 19:29
 0
ChatGPT transforma lo que quieras al estilo Ghibli. No sería capaz si no hubiera infringido los derechos de autor

ChatGPT transforma lo que quieras al estilo Ghibli. No sería capaz si no hubiera infringido los derechos de autor

Studio Ghibli está ahora mismo en todas partes, pero no porque haya sacado una nueva película de animación. La generación de imágenes del modelo GPT-4o ha resultado ser tan espectacular que es capaz de generar una versión de cualquier foto con el estilo creado por Hayao Miyazaki desde cualquier teléfono móvil. Otras inteligencias artificiales consiguen resultados dispares al intentarlo (incluyendo opciones gratuitas), pero todas están lejos de conseguir el mismo que el modelo de ChatGPT.

Esta precisión al recrear un estilo tan personal y característico no es arte de magia. Ocurre igual que en el caso de Gemini Flash 2.0 y las marcas de agua: el modelo en sí no está diseñado específicamente para recrear el estilo del estudio japonés, pero es capaz de hacerlo sin problemas. Detrás de ello hay un profundo aprendizaje que, aunque no es ilegal, genera muchas dudas cuando lo enfrentamos a los derechos de autor.

Una generación de imágenes muy buena que se mueve en una zona gris

Esta posibilidad que nos brinda ChatGPT (de momento, solo pagando) es interesante y, para qué engañarnos, muy divertida. Solo que hay que echar un vistazo a las redes sociales para ver la ingente cantidad de memes y otras estampas convertidas al estilo del estudio. ¿Cómo es posible que la IA lo haga con tanta soltura? Porque ha sido muy bien enseñada.

ChatGPT ha sido entrenado a conciencia con una tonelada de datos de todo tipo procedentes de Internet. Aquí estamos hablando de libros, publicaciones en redes sociales, artículos académicos, etc. Todo está en Internet y es de libre acceso, cualquiera lo tiene a mano. Aquí el problema es que eso no implica que sea contenido libre de derechos de autor, por lo que todo se mueve en una zona gris donde parece que estos derechos se diluyen.

Gm Ejznwgaaodac Pulsa en la imagen para ir a la publicación.

¿Qué dice Open AI sobre esto? Un portavoz de la compañía ha dicho al portal TechCrunch que ChatGPT se niega a replicar "el estilo de artistas vivos individuales", pero sí que permite replicar "estilos de estudio más amplios". Esto es bastante curioso en este caso en concreto, puesto que este estilo tan característico de Studio Ghibli siempre se ha atribuido a su fundador, que sigue vivo.

Aquí se podría llegar a argumentar que un estilo de dibujo no tiene derechos de autor ninguno y así es. El estudio no puede evitar que alguien reproduzca una imagen con su estilo característico, pero ese no es el eje de la cuestión. La clave es cómo se han tenido que usar las obras del estudio para que ChatGPT sea capaz de recrear el estudio, algo que no sería posible si el modelo no hubiera sido entrenado con miles de fotogramas del Studio Ghibli. Algo que, curiosamente, es legal en Japón.

Gm93yncwqaajwdk Pulsa en la imagen para ir a la publicación.

No sabemos cómo se lo habrán tomado en el seno del estudio, aunque nos podemos hacer una idea si echamos un vistazo atrás hasta 2016, cuando Miyazaki reaccionó a una demo generada por IA. Al final del mismo, los creadores de la demostración dicen abiertamente que su objetivo es "crear una IA que sea capaz de dibujar como un humano". El director termina diciendo que "los humanos estamos perdiendo la fe en nosotros mismos".

Es obvio que este tipo de herramientas son geniales para desatar nuestra creatividad, pero también tienen su lado oscuro. A este hace referencia Emanuel Sá, cofundador del software Sketch, que reacciona al hecho de que el propio Sam Altman, director de Open AI, haya cambiado su avatar de X por una de estas versiones al estilo Ghibli hecha con ChatGPT. Para él, existe una infracción de derechos de autor que juega en contra de un estudio que facturará en toda su historia una fracción de lo que genera Open AI en un solo año.

Gm F4 Gwuaacueb Pulsa en la imagen para ir a la publicación.

Poder disfrutar de estas u otras funciones de inteligencia artificial no sería posible sin que estas fueran entrenadas de esta forma. Ahí se abre una batalla entre una necesidad si queremos seguir exprimiendo la tecnología y una brecha ante los derechos de autor.

Entre esos dos elementos hay una zona gris que de momento no ha provocado ningún tipo de repercusiones legales para empresas como Open AI. Estas imágenes estilo Ghibli son solo un capítulo más de esta guerra que está, de momento, condenado a repetirse.

Imagen | @Barsee

En Xataka Móvil | Cuando te digan que la IA nos va a quitar el trabajo recuerda esto: todavía no es capaz de pasarse Pokémon, literalmente

En Xataka Móvil | Hay influencers en Instagram sexualizando el síndrome de Down para monetizarlo. Y la gente no se da cuenta que es todo IA

-
La noticia ChatGPT transforma lo que quieras al estilo Ghibli. No sería capaz si no hubiera infringido los derechos de autor fue publicada originalmente en Xataka Móvil por Juan Lorente .