Quiero tener mi propio kit de supervivencia en casa y esto es lo que me planteo comprar para aguantar en caso de catástrofe

Si hay una noticia que me ha sorprendido esta semana ha sido la nueva estrategia de la Unión Europea para preparar a la ciudadanía en caso de catástrofe como guerra, ciberataque o crisis climática. Algo que parece exagerado y sacado de la Guerra Fría o de las películas de ciencia ficción con futuro distópico como temática. Pero una vez te paras a pensar con calma, la realidad es que la mayoría de hogares medios no estamos preparados, ni de lejos, para aguantar una de estas catástrofes (o por lo menos los de mi entorno cercano no lo están). Nos falta casi de todo, empezando por espacio para almacenar cosas extra en nuestras cada vez más diminutas viviendas, y continuando por objetos y herramientas tecnológicas básicas, y por supuesto alimentos y agua suficientes. Muy bien, pero si quiero prepararme, ¿por dónde empiezo? Bueno pues antes de ir al supermercado y arrasar con todos los paquetes de papel higiénico que veamos hay otros elementos más útiles para aguantar los primeros días de una catástrofe, que esperamos no se produzca nunca. En mi caso, a continuación voy a comentar algunas de las cosas que me estoy planteando tener en casa, por si acaso. En Xataka Smart Home Paneles solares en kit para el balcón o la terraza: esto es lo que podemos ahorrar al año en la factura de la luz Lo más esencial: comida, bebida y objetos imprescindibles Imagen Anthony Acosta Aunque la idea es sobrevivir en casa, no está de más comprobar que tenemos en casa documentos esenciales como el pasaporte u otros documentos de identificación. Si toca salir, vienen bien un mapa, dinero en efectivo, tarjetas de crédito (aunque sin electricidad servirán de poco) o un listín de contactos telefónicos en papel por si las coberturas móviles y los propios terminales fallan. Para salvarnos de emergencias o cuando toque arreglar algo, una navaja suiza, y sobre todo bridas, son elementos salvadores. Las bridas, en concreto, siempre ayudan incluso fuera de catástrofes. También un botiquín de emergencias (similar al de la montaña) con analgésicos, vendas, tiritas, desinfectantes y antibióticos (esto es difícil sin receta), si somos pacientes crónicos nuestra medicación habitual para aguantar por lo menos una o dos semanas hasta que llegue la ayuda, ropa de abrigo, cerillas, velas y por supuesto alimentos y bebidas. Tampoco hay que olvidar un termómetro para tomarnos la temperatura en caso de fiebre. En este sentido se recomienda tener por lo menos agua potable suficiente para tres días y comida en forma de conservas o barritas energéticas, a lo que podemos sumar también frutos secos que suelen durar mucho tiempo en buen estado, así como miel que aguanta de forma casi infinita y es abundante en calorías. Imagen: Pxhere La comida, la parte imprescindible pase lo que pase Imagen: Calle Macarone en Unsplash En cuanto a la comida, las latas son una buena opción para conservar alimentos durante mucho tiempo. Como explica a Directo al Paladar la farmacéutica Gemma del Caño, experta en seguridad alimentaria, gracias al método de esterilización las latas aguantan muchísimo tiempo. Y si optamos por comprar latas, lo mejor sería elegir alimentos altamente procesados, que concentran la mayor cantidad de nutrientes y calorías. Es decir, hay que olvidarse de las dietas y comprar las que sean más "contundentes". Como apunta la consultora en seguridad alimentaria Beatriz Robles, los alimentos ultraprocesados cumplen las premisas de larga conservación sin frío y un envasado cómodo, manejable y geométricamente perfecto (cuadrado o rectangular son los que nos permiten apilar más), así como un alto contenido en nutrientes y energía. Optar por alimentos procesados es una buena idea. Cumplen con larga conservación sin frío y un envasado cómodo, manejable, y con un alto contenido en nutrientes y energía. Además, podemos apostar también por lo siguiente como contenido básico de una despensa para emergencias: Alimentos liofilizados y latas en envases pequeños y fácilmente apilables, priorizando los platos precocinados de legumbres y cereales. Sí, la clásica fabada en lata de toda la vida. Todo tipo de "chucherías" que vengan en envases que se almacenen bien: galletas, chocolate, mermeladas, patatas fritas, cremas de untar, etc. Latas de atún, una de las conservas más completas en cuanto a perfil nutricional, o de sopas y caldos. Aceite de oliva y girasol Pan tostado y frutos secos debidamente envasados. Complementos alimenticios, que puedan suplementar una dieta pobre por falta de comida. Es decir, complementos de vitaminas y minerales que suelen vender en supermercados y farmacias fácilmente, son pequeños y fácilmente almacenables. Productos lácteos que aguanten bien

Mar 27, 2025 - 19:31
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Quiero tener mi propio kit de supervivencia en casa y esto es lo que me planteo comprar para aguantar en caso de catástrofe

Quiero tener mi propio kit de supervivencia en casa y esto es lo que me planteo comprar para aguantar en caso de catástrofe

Si hay una noticia que me ha sorprendido esta semana ha sido la nueva estrategia de la Unión Europea para preparar a la ciudadanía en caso de catástrofe como guerra, ciberataque o crisis climática. Algo que parece exagerado y sacado de la Guerra Fría o de las películas de ciencia ficción con futuro distópico como temática.

Pero una vez te paras a pensar con calma, la realidad es que la mayoría de hogares medios no estamos preparados, ni de lejos, para aguantar una de estas catástrofes (o por lo menos los de mi entorno cercano no lo están). Nos falta casi de todo, empezando por espacio para almacenar cosas extra en nuestras cada vez más diminutas viviendas, y continuando por objetos y herramientas tecnológicas básicas, y por supuesto alimentos y agua suficientes.

Muy bien, pero si quiero prepararme, ¿por dónde empiezo? Bueno pues antes de ir al supermercado y arrasar con todos los paquetes de papel higiénico que veamos hay otros elementos más útiles para aguantar los primeros días de una catástrofe, que esperamos no se produzca nunca. En mi caso, a continuación voy a comentar algunas de las cosas que me estoy planteando tener en casa, por si acaso.

Lo más esencial: comida, bebida y objetos imprescindibles

Pexels Elitistczar 6608038 Imagen Anthony Acosta

Aunque la idea es sobrevivir en casa, no está de más comprobar que tenemos en casa documentos esenciales como el pasaporte u otros documentos de identificación. Si toca salir, vienen bien un mapa, dinero en efectivo, tarjetas de crédito (aunque sin electricidad servirán de poco) o un listín de contactos telefónicos en papel por si las coberturas móviles y los propios terminales fallan. Para salvarnos de emergencias o cuando toque arreglar algo, una navaja suiza, y sobre todo bridas, son elementos salvadores. Las bridas, en concreto, siempre ayudan incluso fuera de catástrofes.

También un botiquín de emergencias (similar al de la montaña) con analgésicos, vendas, tiritas, desinfectantes y antibióticos (esto es difícil sin receta), si somos pacientes crónicos nuestra medicación habitual para aguantar por lo menos una o dos semanas hasta que llegue la ayuda, ropa de abrigo, cerillas, velas y por supuesto alimentos y bebidas. Tampoco hay que olvidar un termómetro para tomarnos la temperatura en caso de fiebre.

En este sentido se recomienda tener por lo menos agua potable suficiente para tres días y comida en forma de conservas o barritas energéticas, a lo que podemos sumar también frutos secos que suelen durar mucho tiempo en buen estado, así como miel que aguanta de forma casi infinita y es abundante en calorías.

Care Box Cross Medicine Brand Product 862278 Pxhere Com Imagen: Pxhere

La comida, la parte imprescindible pase lo que pase

Latas Imagen: Calle Macarone en Unsplash

En cuanto a la comida, las latas son una buena opción para conservar alimentos durante mucho tiempo. Como explica a Directo al Paladar la farmacéutica Gemma del Caño, experta en seguridad alimentaria, gracias al método de esterilización las latas aguantan muchísimo tiempo. Y si optamos por comprar latas, lo mejor sería elegir alimentos altamente procesados, que concentran la mayor cantidad de nutrientes y calorías. Es decir, hay que olvidarse de las dietas y comprar las que sean más "contundentes".

Como apunta la consultora en seguridad alimentaria Beatriz Robles, los alimentos ultraprocesados cumplen las premisas de larga conservación sin frío y un envasado cómodo, manejable y geométricamente perfecto (cuadrado o rectangular son los que nos permiten apilar más), así como un alto contenido en nutrientes y energía.

Optar por alimentos procesados es una buena idea. Cumplen con larga conservación sin frío y un envasado cómodo, manejable, y con un alto contenido en nutrientes y energía.

Además, podemos apostar también por lo siguiente como contenido básico de una despensa para emergencias:

  • Alimentos liofilizados y latas en envases pequeños y fácilmente apilables, priorizando los platos precocinados de legumbres y cereales. Sí, la clásica fabada en lata de toda la vida.
  • Todo tipo de "chucherías" que vengan en envases que se almacenen bien: galletas, chocolate, mermeladas, patatas fritas, cremas de untar, etc.
  • Latas de atún, una de las conservas más completas en cuanto a perfil nutricional, o de sopas y caldos.
  • Aceite de oliva y girasol
  • Pan tostado y frutos secos debidamente envasados.
  • Complementos alimenticios, que puedan suplementar una dieta pobre por falta de comida. Es decir, complementos de vitaminas y minerales que suelen vender en supermercados y farmacias fácilmente, son pequeños y fácilmente almacenables.
  • Productos lácteos que aguanten bien sin frigorífico, cómo la leche que puede durar varios meses sin abrir y quesos curados.
  • Comidas de elaboración rápida y que no caducan, al estilo Yatekomo y similares.

Tecnología e iluminción: que no falte la luz con las bombillas LED solares

radios pilas

En un escenario en el que posiblemente no podamos cargar nuestros dispositivos por falta de corriente eléctrica no estaría de más tener a nuestra disposición radios a pilas, con la que mantenernos informados en caso de corte eléctrico y de Internet. En mi caso, por ejemplo, hace años que no las usamos en casa, pero guardamos algún modelo en el trastero que tocará ir a ver si funciona y comprar pilas de repuesto.

También existen las radio con dinamo, que se cargan mediante el giro de una manivela, y aunque a estas alturas no es común que las tengamos en casa, haberlas, haylas. Por ejemplo, sin complicarnos mucho existen modelos que cumplen con lo básico.

Otro imprescindible en caso de apagón eléctrico son las bombillas y lámparas LED solares. Muy similares a las convencionales que debemos enchufar a la corriente eléctrica pero con la diferencia de que cuentan con un sistema de celdas fotovoltaicas incorporadas en la propia superficie de estos productos o externas que podemos enchufar aparte.

Esto permite que puedan capturar la energía solar, convertirla en electricidad y almacenarla en una batería interna que nos facilitará usar las bombillas sin cables incluso cuando es de noche. Además, no son caras.

Este tipo de bombillas no necesita instalación, las podemos llevar siempre con nosotros y si vivimos en una zona con mucha luz solar podremos tenerlas casi siempre a punto para su uso dejándolas todo el día junto a una ventana luminosa. En mi caso, por ejemplo, llevo varios años usándolas en casa con un resultado estupendo, siempre que te acuerdes de ponerlas a cargar, claro. Sin duda compraré algún modelo más puesto que los que tengo llevan ya varios años en uso.

Entre sus principales inconvenientes nos encontramos que tienen un precio más elevado que las bombillas convencionales (más del doble) y que requieren de un mínimo mantenimiento para tener los paneles solares integrados o externos bien limpios de forma que puedan captar mejor la energía solar. Como decíamos, y suena arcaico, las velas son imprescindibles

Powerbanks para asegurar energía si hay cortes de luz

No nos podemos olvidar tampoco de las powerbanks o sistemas para almacenar energía que usaremos cuando lo necesitemos y que pueden ser una buena solución para un momento puntual. Eso sí, las de bolsillo tienen una capacidad algo limitada si lo que pretendemos es sobrevivir unos cuantos días, suficiente tal vez para cargar móviles y poco más.

En este punto, lo más completo es considerar las estaciones de emergencia, como esta. Es un buen ejemplo de lo que nos puede ser útil en caso de emergencia, ya que incluye radio, linterna, brújula, alerta SOS y batería externa de 30.000 mAh. Se puede cargar de diferentes maneras, además de usar la electricidad, si no tenemos acceso a ella también permite la carga solar o con una manivela.

EcoFlow Imagen: Xataka

Yendo un poco más allá es posible apostar por una estación de energía tipo EcoFlow, una especie de todo en uno para que puedas seguir usando tus dispositivos electrónicos sin preocuparte por la corriente eléctrica. Puedes incluso utilizar la estación de energía para tus electrodomésticos.

Eso sí, son enormes, por lo que necesitaremos tener espacio en el trastero si queremos contar con una de forma permanente en nuestro "bunker" doméstico particular.

Para los muy 'Pro': kits de energía solar y/o aerogenerador

solares Imagen: SolarLab

Si queremos y tenemos presupuesto para ir un paso más allá de las bombillas solares, es posible apostar por un kit fotovoltaico autoinstalable para balcones, terrazas y jardines. Son muy sencillos de instalar y usar, ya que su puesta en marcha depende prácticamente de conectar las placas al sistema de inversión o acumulación y éste a su vez a una toma eléctrica de casa en un enchufe convencional.

No hay que andar desplegando cables por el tejado, instalando soportes, haciendo agujeros en las tejas o la azotea ni nada similar. Los paneles pueden colgarse directamente de las estructuras metálicas que tengamos en los balcones, de rejas, ponerse sobre pérgolas y similares, ya que son más ligeros y flexibles que los convencionales.

Eso sí, suelen contar con menores prestaciones en términos de potencia suministrada. Por ejemplo, estos kits suelen venir en potencias de entre 300 W y 1.200 W como máximo, por lo que no son una solución para alcanzar la independencia eléctrica completa. Sin embargo, sí pueden ser  una gran alternativa para ahorrar costes en nuestra factura y como sistema de emergencia.

En cuanto al precio, hay modelos desde 100 euros pero con poca capacidad de entrega de energía, por lo que si queremos tener uno mínimamente potente que ronde por lo menos los 300-400 vatios, habrá que desembolsar el triple.

aerogenerador Imagen: Vevor

Y si contamos con espacio suficiente, con una azotea o jardín amplio, otra alternativa a los paneles solares son los aerogeneradores domésticos, máquinas capaces de producir electricidad que funcionan convirtiendo en primer lugar la energía cinética del viento en energía mecánica a través de una hélice, y posteriormente esta energía mecánica en energía eléctrica gracias a un alternador.

Los modelos de uso residencial son mucho más pequeños que los "profesionales", más sencillos de instalar y también menos potentes, pero aún así necesitan para poder aportar energía a la red eléctrica de un sistema de   sincronización para que la frecuencia de la corriente generada se mantenga sincronizada con la frecuencia de la red.

En general en el mercado actual podemos encontrar dos tipos de aerogeneradores para instalar en viviendas: los de eje horizontal y los de eje vertical, cada uno con sus ventajas e inconvenientes como pudimos ver en este artículo donde explicábamos su funcionamiento.

Imagen | Wendelin Jacober (portada), Calle Macarone en Unsplash

En Xataka Smart Home | Aerogeneradores domésticos para tener electricidad gratis: qué son, tipos, ventajas, inconvenientes y modelos desde 180 euros

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La noticia Quiero tener mi propio kit de supervivencia en casa y esto es lo que me planteo comprar para aguantar en caso de catástrofe fue publicada originalmente en Xataka Smart Home por Paco Rodríguez .